El 2022 está llegando a su fin. ¿Qué balance hacéis de este año en el que habéis logrado varios reconocimientos? Como, por ejemplo, vuestra nominación en los premios Siroco.
Ha sido la hostia. Hemos alcanzado grandes logros. La nominación a los premios Siroco es el reconocimiento a todo el esfuerzo. Previo a la nominación, hemos sacado dos EP’s, hemos hecho sold out en Siroco, hemos sido finalistas en Mad Cool Talent, hemos petado la Sala Nazca, hemos tocado fuera de Madrid, hemos sido entrevistados en la Cadena Ser y Fleek Mag, hemos colaborado con una marca grande como Nude Project y, actualmente, nos estamos preparando para reventar la sala Independance. ¿Y sabéis cómo? Nosotros solitos y con la ayuda de nuestros amigos. Sin discográficas ni agencias. Nosotros nos lo guisamos y nos lo comemos.
Os definís como “un grupo muy majete de bedroom pop latino”. ¿Cómo les explicáis a vuestros padres qué es esto del “bedroom pop latino”?
Pues mamá, papá… el bedroom pop es música para melancólicos. Pero no melancólicos del palo “Oh, ojalá volviese Mocedades”. El bedroom pop es para peña tranquila y sensible que va a 140 por la A4. ¿Y lo latino? Lo latino es la sabrosura de la melancolía, del drama. ¿O es que el drama no necesita de límites? El bedroom pop latino es un género de contrastes.
Habéis lanzado varios singles y un EP, ¿os plateáis publicar un disco de larga duración o no os identificáis con el formato?
Por supuesto, pero necesitamos dinerito para hacerlo. Además, el modelo comercial del single y EP nos permite ser constantes con el contenido que sacamos. Nos conviene ser constantes, especialmente cuando eres nuevo en el circuito. Si no, es muy complicado que nuestra música llegue a la gente con toda la cantidad de canciones que se lanzan todas las semanas. Currar en un LP nos lastraría ahora mismo. No obstante, nos encantaría que sucediese en el futuro.
Vuestras canciones suenan muy espontáneas. ¿Cómo nacen y cuánto cambian desde el boceto inicial hasta la grabación?
Normalmente nacen de una maqueta del compositor, una idea en acústico o una improvisación y, desde entonces, el cambio es brutal. Somos muy meticulosos tanto con los arreglos como con la estética sonora de la producción. Nuestra máxima es hacer música fácil de escuchar, pero difícil de tocar.
¿Estáis preparando algo especial para el concierto del próximo viernes 16 en Independance?
Por supuesto. Será diferente a los demás. Compartiremos escenario con nuestros amigos de Coco Bazar, tocaremos nuevos temas y subiremos a nuevos invitados para gozarla. Lo que no va a cambiar es que será una puta fiesta. Lo más blanditos de Spotify, los más duros en el escenario are back. Y ahora con nuevo merchandising.
Vuestro concierto se enmarca en el festival Sonido Madrid en Vivo, que pone en valor la calidad del circuito de salas de música en vivo y sus artistas. ¿A qué suena Madrid?
Suena a litrona brindando, a sirena de policía y a zapatos retorciéndose en un felpudo. Como cuando llegas a casa. En definitiva, Madrid suena a hogar. A caos y a paz. Pero si andas hacia el norte, Madrid suena a diamantes chocando contra pieles de porcelana. Y no nos suena a hogar. Nuestro hogar suena a caos. Suena al lugar de donde surge la creatividad. Madrid es una ciudad preciosa para explorarte como creativo aunque, claro, depende de la zona.
¿Qué significan las salas de conciertos para un proyecto emergente como el vuestro?
Un escaparate empañado. Deberían ser de más fácil acceso. No obstante, son nuestra única fuente de ingresos y con la que nos permitimos seguir avanzando en el proyecto.
¿A qué otro artista recomendarías del cartel de Sonido Madrid en Vivo?
Como amantes del jazz no podemos recomendar a otros que no sean Canal Street Jazz Band.
