¿Cómo se produjo tu flechazo con el flamenco?
No me viene de familia. Pero mi padre ponía a Kiko Veneno en el coche, y, a través de él y “Volando Voy”, descubro a Camarón de la Isla, y me obsesiono con Camarón. Durante un par de años no me gustaba el flamenco, me gustaba exclusivamente Camarón. A partir de ahí descubro todo lo demás. Manuel Vallejo y Tomás Pavón son los dos primeros cantaores antiguos que escucho. Luego Mairena, Caracol, y todos los cantaores del pasado y del presente, y me meto de lleno en esta cultura.
El próximo lunes 22 de mayo estarás impartiendo la conferencia “El flamenco según los flamencos” en el Tablao Torero, como parte del ciclo FLAMENCO CAPITAL.
Me han dado total libertad. Ya he dado distintas conferencias, y en esta ocasión me apetecía hacer algo divertido. Tenemos grandes investigadores como Gamboa o Faustino Nuñez, que hacen una labor importantísima, pero también a través de la divulgación se ha generado un anecdotario riquísimo en el flamenco. Anécdotas de El Lebrijano, de Gaspar de Utrera, de Camarón…Y creo que, profundizando en estas anécdotas, podemos contar el carácter de los flamencos. Mi idea es contarle, tanto a gente entendida del flamenco, como a gente más inexperta, qué es el flamenco, a través de anécdotas que he ido recabando.
¿Qué aportan este tipo de iniciativas como FLAMENCO CAPITAL a la promoción del arte jondo?
Son esenciales. Los tablaos de Madrid tuvieron una época dorada en los años 50, 60 y 70. Pero Madrid sigue siendo una referencia para los flamencos. Y es fundamental que Madrid siga apostando, con programaciones como esta, que van más allá de lo artístico. Es una ciudad tan grande, que, sin este tipo de proyectos, los flamencos andan pululando por ahí, pero ni se conocen ni se encuentran. Generar puntos de encuentro y ampliar el circuito es muy importante. Hacer ruido para que, en una ciudad con tanta oferta cultural, no se pierda el flamenco.
El otro día, a colación de Eurovisión, el cantaor Arcángel publicó un tuit que decía: “Blanca Paloma no hace flamenco, la respeto, pero tenemos la responsabilidad de aclarar que el flamenco es otra cosa, no creemos más confusión”. ¿Por qué gran parte del público, e incluso de los medios, califican de flamenco cualquier canto que tenga quejíos y melismas?
El fondo de la cuestión es que es por puro desconocimiento. La crítica especializada ha desaparecido de los medios. Cuando algunos periodistas tienen que hablar de estos temas, ni tienen el conocimiento, ni quizá se han documentado demasiado. Nadie menciona, por ejemplo, referencias a la nana por bulerías o a la Perla de Cádiz, y a mí, la letra y la composición, me recuerdan mucho a ella. El flamenco es una marca muy potente, y a veces la usamos para demasiadas cosas y llamamos flamenco cualquier cosa que incorpore unas palmas, una guitarra, una cadencia… Y eso no ocurre con otros géneros.
¿Este desconocimiento se produce por falta interés por conocer el flamenco o a veces lo flamenco es demasiado hermético?
Lo que provoca el flamenco fuera de nuestras fronteras y dentro es muy distinto. Aquí pensamos que Paco de Lucía es un gran guitarrista, pero la mayor parte de la gente no ha pasado de “Entre dos aguas”. Sin embargo, recuerdo que estuve unos meses en Chicago, se cumplían 5 años de la muerte de Paco de Lucía, y estaba en una clase de producción musical. Proyectaron una imagen de Paco de Lucía, y toda la clase giró en torno a su música. Y esto no creo que pase en los conservatorios de España. Parece un tópico eso que dicen los flamencos de que se les valora más en el extranjero que aquí, pero es real. Esto le pasó a Paco de Lucía cuando en 1975 tocó en Teatro Real y causó mucha polémica por ser el primer flamenco que tocaba en el Teatro Real. Y él se cabreaba porque ya había actuado en teatros igual de importantes como el Carnegie Hall de Nueva York.
¿Qué disco recomendarías a alguien que quiere tener una primera toma de contacto con el flamenco?
Los discos que graba Camarón con Paco de Lucía, antes de La Leyenda del Tiempo (1979). Desde Al Verte las Flores Lloran (1969) en adelante. Esos discos son una delicia, y son muy amables para cualquier oído. La capacidad expresiva de Camarón no la tiene, ni la ha tenido, ningún otro cantaor. Por ejemplo, Al Verte las Flores Lloran, se lo recomendaría a cualquiera. En general, recomendaría a algún cantaor que tenga discos, digamos, más amables, como Morente, Chiquetete o El Lebrijano. O a día de hoy, artistas como Miguel Poveda o Arcángel pueden ser una puerta de entrada.
¿Hay necesidad de un faro en el flamenco actual? Artistas que marquen un camino en esta época como lo marcaron Mairena, Caracol, Camarón, Manuel Molina o Morente.
Hay muy buenos artistas como los que te he mencionado ahora. O Mayte Martín, Marina Heredia, Esperanza Fernández, Rafael de Utrera, Antonio Reyes, José Valencia…muy buenos cantaores, muy buenos intérpretes. Algunos también con capacidades creativas que están tratando de enchanchar las cotas. Pero es cierto que no hay ídolos. A Camarón querían tocarlo por la calle, a Manolo Caracol todos los artistas de generaciones posteriores le tenían respeto y veneración. Esa referencia del cante que todos siguen, hoy no la hay. Al cante flamenco le hace falta una figura así. En el baile si que hay gente como Farruquito que marca una línea muy clara que sigue muchísima gente, o Israel Galván, en otra dimensión. Pero llegarán. Cualquiera de los cantaores que tenemos ahora en el candelero puede dar un paso adelante con un disco o una obra grandiosa y proclamarse como la gran figura del cante.
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