Teatro Tablao Flamenco Torero

El flamenco, ese arte tan español, nace en Andalucía, Murcia y Extremadura, y es el resultado de la fusión de cinco culturas: La gitana, la árabe, la andaluza, la castellana y la judía. Los gitanos, que llegaron a España en el año 1400, se encontraron con los árabes, que ya llevaban 700 años instalados en el sur de la península española. Los gitanos procedían de la India, entraron en España por los Pirineos, fueron hacia el sur, y se asentaron en Andalucía. Allí había un folclore local, que se mezcló con la música gitana, con algo de la castellana y con la judía. Nace un arte nuevo, profundo y poderoso: el flamenco jondo, al que no hay que confundir con el folclore andaluz (como el baile de sevillanas) aunque popularmente éste también se denomine flamenco. Federico García Lorca lo explica mejor, comparando el folclore andaluz con el cante jondo: “Color local, versus color espiritual, esa es la profunda diferencia”.

Se cree que el término “flamenco” proviene de la expresión andalusí fellah min gueir ard, que significa “el canto de los campesinos sin tierra”. Era la música de los desposeídos, que se cantaba en la profundidad de las minas de carbón, en Murcia; en las fraguas de los herreros, acompañando con el cante, el golpeteo del martillo sobre el yunque, en Extremadura. Se cantaba en las cuevas y en los sótanos abovedados de ladrillos, en Andalucía. Este arte siempre se ha desarrollado en la intimidad. Su faceta lúdica se desplegaba en las fiestas gitanas, en las reuniones familiares; y desde hace cien años, en los tablaos. Al principio, estas actuaciones flamencas eran privadas. Se juntaba un dinero entre los aficionados, se contrataba el sótano de algún bar de Madrid, y allí se juntaban “los señoritos” (hijos de la nobleza española), toreros, empresarios taurinos y famosos de la farándula, de juerga hasta el amanecer. Se contrataba artistas que frecuentaban estos bares (de la valía del cantaor Antonio Chacón con su guitarrista Ramón Montoya, o la célebre bailaora Pastora Imperio) y se ponía en el suelo una tabla –  -de allí el posterior nombre de “Tablao”- para que el zapateo retumbara con más fuerza.

Así era el espectáculo (1920) en los sótanos del centenario bar “Los Gabrieles”, local que regentamos durante veinte años, hasta su cierre. Y de allí surgió la idea de hacer un tablao flamenco que respetase la esencia de este arte: la intimidad (nuestro aforo máximo son 60 personas), la sonoridad perfecta de la cueva (en nuestro sótano de ladrillos abovedado no es necesaria la amplificación; no hay micrófonos ni altavoces) y el silencio respetuoso con este arte mayor (no servimos comidas, no hay trasiego de camareros, ni ruido de platos y cubiertos). Te invitamos a ver un espectáculo auténtico, emocionante, que trasciende fronteras, porque se entiende desde la emoción y los sentimientos. No en vano estamos en el primer puesto de los 160 espectáculos listados en Tripadvisor Madrid. Esperando que encuentres al duende, como dicen los gitanos (“ha aparecido el duende”) cuando en una actuación afloran los sentimientos más profundos, nos despedimos afectuosamente,

Categoría: Flamenco Capital
Estilos: #Flamenco
Dirección: Calle de la Cruz, 26, 28012 Madrid Teléfono: 674 464 992 Email: ramirofigue@gmail.com Web: https://essentialflamenco.com/ Transporte público: <M> Sol, Sevilla

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