Ahora que se empieza a atisbar el final de la pandemia y las restricciones, ¿ha conseguido Torero recuperar su actividad prepandemia? ¿Qué esperáis que depare el 2022 al tablao?
Lentamente vamos retomando la facturación de 2019, pero con un endeudamiento financiero grave, producto de estar dos años sin ingresos y sin ayudas provinciales ni estatales. Esperamos en 2022 estabilizar esta situación y que la deuda bancaria no nos acabe asfixiando.
El lunes 2 de mayo se ha otorgado un protagonismo especial al flamenco en el cartel de 2MADRIDENVIVO. ¿Da cuenta esto de que Madrid es un enclave fundamental en la historia y el desarrollo del flamenco?
El flamenco nace en Andalucía, pero su escaparate mundial es Madrid, la capital de España. Durante 20 años (1985-2005) regentamos “Los Gabrieles”, un tablao mítico abierto en 1898. Todas las grandes figuras del flamenco que han pasado a la historia, triunfaron en Madrid. Sin embargo, este arte grande, elegante, se exhibe muchas veces acompañando una cena, en locales decorados con estética folclórica andaluza, y mobiliario a juego. El flamenco jondo merece terciopelo, no sillas de enea y mantones de poliéster chinos en las paredes.
¿Qué le podéis contar al público sobre el espectáculo flamenco que vais a ofrecer el 2 de mayo dentro de la programación de 2MADRIDENVIVO?
Como dice “El Mistela”, nuestro director artístico, Premio Nacional de Baile de la Crítica Flamenca, lo nuestro es flamenco “sin bisutería”. Es decir, Flamenco jondo, sin comidas, sin amplificación, en una cueva de ladrillos abovedada; con un aforo máximo de 60 personas rodeando a los artistas. Flamenco auténtico, como el que se escuchaba en “Los Gabrieles” hace 100 años.
Los tablaos flamencos son un baluarte cultural de la Comunidad de Madrid, sin embargo, a veces da la impresión de que son los visitantes turísticos los que más los valoran.
Nadie es profeta en su tierra, pero lo que pasa con el flamenco es un caso sangrante. A cualquier extranjero que se le preguntase, contestaría sin dudar que la música española es el flamenco. Sin embargo, los españoles contestarían que el flamenco “es para guiris”. Este prejuicio tiene varios orígenes: El flamenco fue promocionado por la dictadura franquista como valor nacional, provocando en la intelectualidad progresista cierta aversión. Actualmente, esa intelectualidad, haciendo caso omiso de García Lorca y de Falla, grandes defensores de este arte, ignora el flamenco, dándole prioridad en sus gustos al Jazz o al Rock, músicas hermosas pero indudablemente foráneas.
A este hecho hay que sumarle la oferta de los tablaos, elaborada ex profeso para extranjeros: cuando el tsunami turístico empezó a caer en España en los años ´60, ciertos pícaros comenzaron a vender el pack “Espectáculo flamenco + cena”, entendiendo por flamenco el folclore andaluz (como el baile de sevillanas) y por cena, paella recalentada. La idea de que el flamenco es una música para amenizar una cena, prendió en el imaginario internacional, pero ahí estamos, tratando de dasandar ese camino, tan menoscabante para este arte grande.Y por último, no es menor la carga de prejuicios que soporta el flamenco por ser una música donde priman los artistas gitanos. Como es sabido, en este país no existe el racismo, salvo con los gitanos, los moros y los negros.
¿Cómo consideráis que se podría llegar más al público madrileño?
La promoción del flamenco debería ser una prioridad cultural para las instituciones, los únicos que tienen la capacidad financiera para hacerlo. Los medios españoles (Prensa, televisión, radio) deberían tratar con respeto a este arte y promocionarlo. Pero ni los unos ni los otros hacen caso del tema.
Nosotros estamos aportando un granito de arena: Organizamos de forma gratuita el espectáculo “El flamenco sale a la calle”, y mostramos un espectáculo de cante y baile en la Plaza de Benavente durante cuatro fines de semana, con un total de 8 actuaciones. Hemos regalado, a través del Ayuntamiento de Madrid, Departamento de Juventud, 500 entradas para que los jóvenes vean flamenco jondo. También, a través del Ayuntamiento de Pozuelo, hemos dado de forma gratuita, 250 entradas para que las distribuya el Área de Cultura y la 3ª edad. Estas campañas han sido muy exitosas y las seguiremos haciendo durante este año.
¿Qué artistas flamencos destacaríais dentro del panorama actual madrileño? En la década de los 90 se hablaba de aquella generación de “Nuevos Flamencos”, ¿hay mimbres para que se origine una escena similar en esta generación?
El flamenco es un arte con raíces poderosas. Se ha vaticinado muchas veces su desaparición, pero ahí está, vivo, y con ramas que a veces se mezclan con otras músicas, pero siempre llevando su propia savia. Ahí están El Cigala o yendo más lejos, Rosalía.
Los “Nuevos flamencos” era más una etiqueta comercial que una verdad. Eran los hijos de los Habichuela, de los Carmona, de los Losada. El cante viene de sus abuelos, pasa a los padres, prende en los hijos y vive en los nietos. En nuestro tablao, cada año presentamos a los hijos de los hijos, niños de 7, 8 y 9 años que son incipientes cantaores, bailaores y tocaores. Mencionar a tres o cuatro es imposible.
Además, últimamente se hace carne la frase de Federico García Lorca, al explicar la diferencia entre el folclore andaluz y el flamenco jondo: “El folclore es color local, el flamenco jondo es color universal, esa es la gran y profunda diferencia”. Actualmente tenemos entre nuestros artistas a un percusionista venezolano, una bailaora norteamericana y otra argentina.El flamenco, primo hermano de la ópera y el teatro, os pide una oportunidad. No hace falta estudiarlo, ni entenderlo. Es verlo y es sentirlo. Pura emoción. (Y muy española).
