El jueves 28 de marzo tendremos la oportunidad de disfrutar en Microteatro de Quiero ser como Clooney. ¿Qué hace de ella una obra única?
Como se indica en una reseña, es una “comedia real”. Trata temas de la vida, pero abordados en clave de humor. Lo que más valor le da a la obra es ver cómo ha llegado al público en estos días, cómo les ha emocionado, y cómo les ha movido por dentro. Además de habérselo pasado bien, por supuesto. Pero si te remueve por dentro y te hace pensar en las cosas que quieres cambia, estupendo.
Esta cita en Microteatro forma parte de Mujeres en Vivo 2024, el ciclo dedicado a las mujeres de la escena organizado por Madrid en Vivo en colaboración con la Dirección General de Igualdad de la Comunidad de Madrid ¿son este tipo de iniciativas un verdadero impulso para la visibilización de las mujeres dedicadas a la cultura?
Otras no sé, pero desde luego Mujeres en Vivo, si. Ayuda mucho a visibilizar a la “mujer artista”. Incluso el hecho de haber incluido nuestra obra en la programación del ciclo, ya que tiene mucho que ver con dar a conocer también los problemas de la artista, de una forma casi desnuda. La ha escrito Pilar Díaz Ballesteros de una forma que muestra muy claramente la vulnerabilidad de la protagonista, como artista, como mujer, y como mujer madura.
¿Cuáles destacarías como puntos fuertes de Microteatro respecto al teatro convencional?
En Microteatro hay una cercanía que trata de que el público esté más metido todavía, con funciones planteadas desde la propia cercanía. Es bueno también para la gente que tampoco quiere arriesgar a lo mejor a dedicar toda la tarde a ver una obra. Madrid tiene mucha oferta, y así puedes disfrutar de algo corto. También permite la sociabilidad más todavía, eso también es bueno. No estás sola en tu butaca, como en el cine. Esto lo vas a ver en compañía y se hace un clima bonito, de gente que están contigo en conexión.
Podemos decir que es un formato bastante acorde a los tiempo de “lo exprés” que vivimos, y sobre todo para los más jóvenes.
Si, un día, por ejemplo, vinieron de una escuela, y disfrutaron mucho, les encantó. Y era un grupo súper joven, aunque a veces percibamos como raro que a la gente joven le pueda gustar el teatro.
¿Cómo te pica el gusanillo de la interpretación? ¿Fue algo tardío o una inquietud que siempre tuviste?
Mi camino es un poco peculiar. He hecho muchas cosas en la vida, y gracias a eso, estoy donde estoy y lo tengo tan claro. A veces, la maternidad, o las circunstancias económicas te alejan de la profesión, pero a nivel vital, también tienes que probar las cosas. Y aunque hay cosas maravillosas ahí fuera, tengo clara cuál es mi vocación, y Microteatro está siendo un escaparate y un training muy importante, en el que estoy recibiendo muy buena crítica de gente cercana. A nivel personal es una alegría poder estar siempre actuando. Y a nivel vital, es muy emocionante cualquier interpretación.
¿Cuál es la actuación que has presenciado que más te ha emocionado recientemente?
Por hablar de una en concreto, me ha emocionado mucho la actuación de Javier Cámara en Vania x Vania. Te emociona y a la vez te ríes.
¿Sueles prepararte tus personajes de alguna manera en particular?
Tienes que acercarte a ese personaje para quererlo y defender. En este caso ha sido muy fácil porque, ya no es que una directora de casting diga tú das perfil para esto, sino que en este caso Pilar [Díaz Ballesteros] me vio hacer otra cosa en Microteatro y le gustó mucho, y entonces dijo “he escrito algo para ti”. Tiene muchas cosas de mujeres artistas y puedo sentirme muy identificada y defender el personaje. Hacerlo ha sido ponerme en el pellejo de cosas que me pueden pasar a mí. Verlo en clave de humor, también me es sencillo porque yo la vida un poco la veo así, me gusta reírme todo el rato de la vida, me parece lo más divertido.
¿Tendemos a infravalorar las comedias respecto a otros géneros?
Si, totalmente. Es una pena y un error. Debería haber incluso unos premios dedicados al género de la comedia. La comedia es grandiosa, y es lo más difícil. Cómo va a ser igual de fácil hacer reír que hacer llorar. El actor que es capaz de hacer comedia, si es buen actor, también es capaz de hacer drama. No estamos hablando de hacer chistes, sino de manejar la comedia, y eso es muy meritorio.