¿Qué supone Latidos y Culebras (2022) en tu trayectoria?
La confirmación de que no estamos de paso. Musicalmente nos ha reafirmado con la crítica y nos ha hermanado aún más con el público. Con esta acogida vamos a por el tercero, seguro.
¿Le cuesta al público general escuchar música “oscura”?
Para nada, Nick Cave está en su mejor momento a nivel público. PJ Harvey ha sido la única música en conseguir 2 Mercury Prize. Corcobado sigue en activo después de más de 30 años… Lo único es que quizás no es música de fiestas populares y discoteca. Pero en la intimidad de cada uno, puede llegar a ser la más reconfortante, la que más sabe abrazar nuestros sentimientos.
¿Qué te ha aportado haber sido seleccionada en Girando Por Salas?
Poder ir a tocar a lugares donde, por ser la primera vez, el riesgo económico es demasiado grande. Nos ha abierto a nuevo público y nos da valor ante los promotores. Estamos muy orgullosos de ser grupo GPS.
¿Cuál sería el equivalente a las plañideras en la sociedad actual?
Cualquier persona de nuestro entorno que va de víctima. Todos podemos sufrir y todos pasamos por momentos tristes, pero hay gente que prefiere llorar a luchar. De esa forma deja en manos de los demás, o de la providencia, que su vida mejore. Es más fácil llorar que tomar la responsabilidad que te corresponde.
La crítica alaba tu directo, ¿qué destacarías tú de tus conciertos?
La energía, la fuerza, la intensidad. Por un lado, la banda, los afiladores, son unos músicos increíbles, la música está llena de matices, suenan como un único tren arrollador, pero con detalles y máxima belleza. Por mi parte, revivo los sentimientos en cada canción y eso se transmite al público que entra en comunión con nosotros. Han dicho de nuestros conciertos que son catarsis, yo puedo asegurar que se me pone la carne de gallina en varios momentos de los directos, y eso solo es gracias a la conexión con el público.
¿Cuál fue el impulso que te llevó a empezar a hacer música?
Llevo oyendo música en mi cabeza desde niña. Creaba canciones y melodías que nacían naturalmente de mi cabeza… y en un momento de mi vida me pregunté “¿de qué me arrepentiría si muriera mañana?” y la única respuesta fue clara “no haber intentado sacar esa música de mi cabeza. Ahí empecé a estudiar canto, guitarra… y lo demás son dos discos y casi 50 conciertos en 3 años.
Algunos llevan 40 años diciendo que el rock va a morir, pero no hace más que evolucionar. ¿Qué sería capaz de matar al rock?
Yo creo que el rock ya es música popular. Hay canciones que son himnos, que forman parte de la cultura de las personas. El rock sigue llenando estadios, no creo que muera nunca, quizás solo pase a ser de culto porque haya otras músicas contemporáneas más consumibles por el público mayoritario… pero ni el jazz ni el rock ni el rap creo que mueran, como mucho, mutarán.
¿Cómo nacen las canciones de María Guadaña?
De mis vivencias, de cosas que necesito sacar de mí y es la única forma que tengo de hacerlo. Siempre pienso qué quiero contar, qué sensaciones, y a partir de ahí busco las palabras que, por significado y sonoridad, le van mejor a la canción. Luego le añado la melodía y, finalmente, el resto de la banda.
¿Es el artista un ser impotente entre la masa?
El artista no deja de ser persona dentro de esa masa. Así, como cualquier persona puede ser impotente ante ciertos aspectos, pero no ante otros de su vida y de su trayectoria. El artista es impotente ante el cambio de la industria, ante las recomendaciones del algoritmo, a que ahora Tik Tok reduzca la escucha a 15 segundos… pero no es impotente ante cómo relacionarse con su público, a qué imagen quiere dar, qué mensaje pretende transmitir. Otra cosa son los productos musicales y su gestión desde las grandes empresas y multinacionales. Depende de si quieres ser fiel a tu arte o al dinero.
¿Qué tres conciertos te han cambiado la vida?
Radiohead en Nos Alive, 2016, Convivencias en EtnoSur, 2009 y María Guadaña en Caracol, 2019.
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