Normalmente, cuando pensamos en un guitarrista solista, lo asociamos al guitarrista virtuoso que acapara las canciones con solos y velocidad. Sin embargo, tu música es mucho más grupal. ¿Esto da cuenta de tu forma de entender la música?
Mi objetivo principal es siempre presentar una buena composición. Por supuesto que quiero que la interpretación sea interesante, pero no debería quitarle valor a la canción, debería mejorarla. Y eso podría significar tocar algo simple y melódico, o genial y maravilloso, en lugar de algo técnico y llamativo. Pero, por supuesto, ¡algunas canciones requieren lucirse! Se trata de encontrar el equilibrio adecuado para la canción.
Has dedicado dos discos a la guitarra barítono, un instrumento poco común. ¿Echas de menos que los guitarristas exploren con más frecuencia estas posibilidades?
¡La guitarra barítono ha sido un instrumento emocionante de explorar! Disfruto las posibilidades que me da para crear ritmos y riffs interesantes que sirven como “ganchos” para las canciones en lugar de las melodías tradicionales. ¡Creo que otros guitarristas pueden beneficiarse de explorar recurso como la guitarra barítono también!
¿Tu proceso creativo parte de la improvisación o sueles empezar por buscar un sonido en concreto?
Viene de ambos lugares. A veces, una idea nace espontáneamente durante la práctica o improvisación; otras veces escucho una frase, un riff o un latido en mi cabeza, aún sin tener la guitarra a mano. Trato de asociar cualquier idea musical que tengo con algo no musical, con el fin de desarrollar un tema para la canción. Los sonidos que elijo luego tienen que relacionarse con ese tema.
¿Prefieres trabajar en el estudio, en la composición o tocar en vivo?
Todos esos espacios son zonas creativas especiales para mí, y disfruto especialmente ver cómo la interpretación de una canción en el estudio puede traducirse y muchas veces transformarse en algo diferente para un espectáculo en vivo.
¿Qué tres discos consideras que han cambiado tu visión de la música?
Blow by Blow de Jeff Beck, Aja de Steely Dan y Prince de Prince. Por nombrar algunos.
Eres parte de una súper banda como Snarky Puppy. ¿Afrontas tu papel dentro del grupo y tus discos en solitario de una forma muy diferente?
No necesariamente. Mi rol en ambas bandas es servir las canciones y presentarlas de manera cohesiva, manteniendo la interacción con los otros músicos en el escenario o en el estudio. Solo toco más solos de guitarra en mis álbumes, ¡jaja!
¿Qué ha aportado el jazz a tu música?
¡El jazz representa la libertad de tomar riesgos!
Has tocado en muchos festivales y grandes recintos, pero ¿qué te aportan las salas?
Me gusta estar físicamente cerca del público. Hay un tipo especial de energía y conexión que los lugares pueden proporcionar. Además, es bueno estar más cerca de mis compañeros de banda, por razones sónicas y comunicativas. También me encanta tocar en grandes espacios, por supuesto, pero siempre me gustará la sensación de un club pequeño.
¿Qué te sugiere España musicalmente?
Nuestro público en España siempre ha sido fantástico. Hay una rica historia de la música en España, especialmente la música basada en la guitarra, y creo que la historia informa cómo las multitudes responden e interactúan con lo que hacemos. ¡Es uno de mis países favoritos para tocar!