No es fácil en estos tiempos que corren, que músicos de tan clara trayectoria y tan largo recorrido en la historia del jazz nacional, con actividades y ocupaciones diversas, se junten sin más para exponer algo tan simple y tan complejo a la vez, como es tocar bonito. Pepe Muño, saxo tenor, Osvaldo Iglesias, guitarra, Fernando Bermúdez, batería, y Miguel Ángel Chastang, contrabajo, asumen el riesgo, y se la juegan en cada nota, sin que importe el tono, el compás o la variación rítmica más intrincada.