Pedro Ojesto presenta en esta formación la versión más desnuda e íntima de su música. El formato de trío lo viene desarrollando desde hace muchos años, unas temporadas más inclinado hacia el jazz y otras más hacia el flamenco. En esta etapa, hay un equilibrio bien dosificado en el que estas dos culturas comparten el discurso, encontrando un balance perfecto entre las dos músicas de raíz.