Muireann Bradley (irlandesa de la población de Ballybofey, en el County Donegal) cumplirá dieciocho años el 18 de diciembre. Con solo esa edad se ha establecido ya como uno de los nombres más impactantes del folk y el blues en Europa. En su caso, esto es aún más sorprendente porque además hablamos de alguien que, mayormente, conforma su repertorio buceando en las décadas de los años veinte, treinta y cuarenta del siglo pasado, el XX.
Es el suyo un fingerpicking rural y acústico, que bebe tanto del que salió del área de Piedmont (en los Apalaches) como del ragtime, sonando en todo momento como escapado de una grabación de Alan Lomax, pero en tiempo real. Muireann lo complementa también con sonidos posteriores, para equilibrar la balanza. Pero, en términos globales, un fascinante viaje en el tiempo.