El neoyorquino Joshua, dotado de un enorme talento, absorbió en sus inicios música de todo tipo (Coltrane, The Rolling Stones, The Beatles, The Police, Prince…) de la mano de su progenitor Dewey Redman, saxofonista en las filas del mismísimo Ornette Coleman. En la escena jazzística de Nueva York conecta pronto con lo más granado de su generación: Peter Bernstein, Roy Hargrove, Mark Turner, etc. A los cinco meses gana la competición internacional de saxofón Thelonious Monk y comparte escenario con ilustres colegas de su progenitor: Charlie Haden, Elvin Jones, Joe Lovano, Pat Metheny… Con este último graba su segundo disco ‘Wish’. Al año siguiente apunta todavía más alto al liderar, junto a Brad Mehldau, Christian Mc Bride y Brian Blade, un cuarteto estratosférico. En 1998 reúne su segundo cuarteto estable con Aaron Goldberg, Reuben Rogers y Gregory Hutchinson. Un combo demoledor de inventiva desbordante, dominio absoluto, fluidez exquisita y la máxima entrega.