JAZZMADRID’18 – JAZZ CON SABOR A CLUB – MOMENTOS ALHAMBRA JAZZ: Chip Wickham

Chip Wickham empezo´ su carrera musical formando parte de la discogra´fca Grand Central Records de Manchester, en el eje de la influente escena breakbeat, hip hop y drum & bass brita´nica, donde trabajaba y tocaba con gente como Rae & Christan, Fingathing, The Pharcude, Jimpster, Nightmares On Wax, Jenna G u Graham Masseu.

Poco tiempo despue´s se encontro´ girando por todo el mundo y empezo´ a colaborar con artstas ma´s mainstream como Badlu Drawn Bou o Rou Auers. Adema´s aparecio´ en la banda sonora de la peli´cula Snatch de Guy Ritchie.

En los an~os siguientes escribio´, produjo y remezclo´ temas para un buen pun~ado de artstas, entre ellos su propio proyecto de electro-Latn, Malena, con el que edito´ el a´lbum Fried Samba en el prestgios sello brita´nico Freestyle en 2007.

Como siempre esta´ buscando sensaciones nuevas y le gusta viajar, Chip se mudo´ a Madrid alla´ por el 2007, y no tardo´ en integrarse en la vida nocturna de la ciudad, formando, de hecho, parte de la explosio´n de la escena soul u jazz madrilen~a en ese momento. Juntando a sus nuevos amigos mu´sicos espan~oles y los de su tierra formo´ la banda The Fire Eaters. En principio creado como grupo de acompan~amiento de su viejo amigo Eddie Roberts (de los brita´nicos The New Mastersounds), finalmente se establecieron como banda ‘de verdad’, editando discos en varios sellos discogra´fcos.

Al mismo tempo edito´ dos singles en vinilo 7” en Lovemonk – una mezcla de funk crudo y beats en clave Latn, lo que le llevo´ a terrenos del soul-jazz u funk..Pero tambie´n siguio´ trabajando fuera de Espan~a. Tocaba u grababa con The New Mastersounds, resultando en una invitacio´n para partcipar en la gira japonesa del grupo, despue´s del e´xito del single ‘Chocolate Chip’. Empezaba a recibir llamadas de ma´s artstas de renombre de la escena soul y funk, u en poco tempo se estaba escribiendo para, y grabando con, grupos como Lack Of Afro u Deep Street Soul.

 

Sin embargo, no habi´a olvidado sus rai´ces jazzeras u, inspirado por su colaboracio´n anterior con el trompetista mancuniano Matthew Halsall u otras infuencias como Harold McNair, Roland Kirk y Yusef Lateef, junto´ a tres colaboradores suuos de la escena jazz espan~ola – Gabri Casanova, David Salvador y Antonio Pax – para grabar La Sombra, un a´lbum de jazz espiritual producido y mezclado por el propio Wickham. Contando con seis composiciones originales u una versio´n atrevida del cla´sico de Camaro´n de la Isla ‘La Leuenda Del Tiempo’, La Sombra se publico´ en Lovemonk en enero de 2017. El primer a´lbum en solitario fue aclamado por la cri´tca, puesto en rotacio´n por emisoras como Jazz FM u la BBC, u alabado por personalidades como Craig Charles u Gilles Peterson. Este u´ltmo lo incluuo´ en su lista de discos favoritos del an~o, u selecciono´ el tema ‘Red Planet’ para incluirlo en el duode´cimo volumen de la prestgiosa serie de recopilatorios Brownswood Bubblers.

A lo largo del an~o, Lovemonk edito´ un single con remezclas por el genio del Detroit house, Andre´s, u el embajador de la escena beat angelina, Carlos Nin~o, u otro con un nuevo tema pistero por un lado, u un avance de lo que seri´a el siguiente a´lbum por otro. Porque en el verano de 2017, Chip ua se habi´a instalado de nuevo en el estudio para grabar el sucesor de su debut.

Shamal Wind, como se llama ese nuevo disco, abre un nuevo capi´tulo para el mu´sico brita´nico, inyectando nueva energi´a y dando un cara´cter au´n ma´s inclusivo a su mu´sica. Si La Sombra le vio tomando protagonismo (el ttulo hace referencia a el mu´sico saliendo de la sombra y ponie´ndose bajo los focos), en Shamal Wind Chip sigue desarrollando lo que ha conseguido en el an~o anterior.

Esa nueva perspectiva es, en parte, el resultado de una enfermedad seria que supero´ hace poco.

En los meses anteriores a la publicacio´n de La Sombra fue diagnostcado con ca´ncer de garganta y los me´dicos no le dieron ninguna garanti´a sobre el grado de e´xito del tratamiento al que se tendri´a que someter. Sobrevivir esa experiencia le dio una nueva sensacio´n de urgencia. Tuvo que aprender de nuevo a tocar el saxofo´n, y el encontronazo le dio fuelle para conseguir el objetvo que se habi´a puesto antes de la diagnosis: publicar cinco a´lbumes en cinco an~os. Como el propio Chip dice: “Las cosas obtienen ma´s significado si tenes que luchar por ellas”.