The New Raemon y McEnroe estaban condenados a encontrarse en el bosque. Si entendemos el bosque como ese espacio frondoso y libre; aventurero y emocionante, donde caben las miradas de dos escritores. Para algo los límites son infinitos y las canciones tan necesarias que crecen seguras bajo la hierba, pero también en las cortezas de los árboles. Son ramas que arañan el cielo con cálida convicción, semillas que se esparcen con un vuelo plácido. Su sentido compromiso con las canciones ya quedó sellado en aquel celebrado “Lluvia y Truenos” (2016). Después, una emotiva gira de presentación, numerosas conversaciones alrededor de una buena mesa y una serie de conciertos acústicos de hermoso itinerario vital apodados, privadamente y siguiendo el contagioso sentido del humor de los protagonistas, “Cachopo Tour”. Pero, sobre todo, la certeza que sus cancioneros volverían a juntarse. La amistad ya estaba forjada.
Dos voces oteando nuevos bosques, cantando y contando piezas de latido romántico, reflexiones personales y sentidas observaciones acerca del niño que ya fuimos (que todavía somos). Y el mejor propósito: sentarse a un lado a escuchar y dejar que lo urgente deje paso a lo perdurable. Encontrar todavía esos claros que hay en la ciudad, recorrer los campos en silencio y pensar que siempre le importamos a alguien.