Molina Molina es artista y fan. Es un gran tipo que atesora canciones chulas, las que conocemos y las que aún están por venir. Molina Molina está enamorado de toda la música, sin excepción. Hablar de Molina Molina es tan fácil como respirar, sólo hay que escuchar su repertorio para empaparse de los matices y recovecos infinitos de sus temas. Molina Molina escribe canciones sin desvíos, acaricia heridas, baila alrededor de sentimientos universales y particulares, y se los lleva a una fiesta muy particular para emborracharlos de vida.
Molina Molina hace POP de primera línea, en MAYÚSCULAS. Si en “La Gran Esperanza Blanca” (2018), Molina Molina acumulaba colaboraciones con las caras más conocidas del panorama nacional (Miss Cafeina, Iván Ferreiro, Álex Ubago, Despistaos, Javier Álvarez..) recorría España de festival en festival y multiplicaba fans, escuchas y ventas de discos, ahora en 2021 el artista granadino da un salto cualitativo y comienza a desvelar, single a single, de qué va su próximo álbum. En sus propias palabras: “He interiorizado perfectamente una mutación hacia una apuesta musical más explícita e intrépida, donde hay espacio para lo bizarro y lo elegante, la desfachatez más sofisticada o el recato más insolente”. Y, sí, si de MOLINA MOLINA se decía hace tiempo que era “La Gran Esperanza Blanca” ahora mismo va camino de ser heredero indiscutible de los grandes maestros de la música popular en nuestro idioma. El genio más enigmático del pop de nuestro país.