Manu y Aytami veníais de lanzar el proyecto Black Mambas, y Quentin de su banda Quentin Gas & Los Zíngaros. ¿Cómo surge el asociaros y formar Sherry Fino?
Nosotros somos todos muy amigos de Edu Coopermen, vocalista de Space Surimi, él es el responsable de juntarnos los tres. Necesitábamos un vocalista para el proyecto, y nos presentó a Quentin, con el que hemos tenido una conexión brutal desde el comienzo.
Habéis ejercido de productores para diversos artistas en los últimos años, ¿qué os han aportado estos trabajos a la creación vuestro álbum Olajay (2023)?
Quizás conocer más y mejor cómo se mueve la industria, trabajar con gente con formas muy distintas de crear, poder nutrirte y tener más contactos, pero realmente a la creación de Olajay no ha afectado. El álbum empezó como un trabajo con una visión muy personal y visceral, con un punto de vista bastante «hermético».
Precisamente estaréis en el Café La Palma el próximo viernes 6 de octubre presentando Olajay de la mano del ciclo AIEnRuta Artistas. ¿Cómo afrontáis esta cita con el público madrileño?
Con muchas ganas e ilusión. Tocar en una ciudad como Madrid por primera vez es algo que llena, el centro del movimiento en este país, y animamos a todo el que pueda que venga, sin prejuicio, y escuche nuestra propuesta y baile, sin más.
¿Qué os ha aportado haber sido uno de los proyectos seleccionados en el 2º Ciclo de AIEnRuta Artistas?
Pues la oportunidad de exportar nuestra música fuera de Andalucía, algo complicado cuando eres un artista con una carrera «corta» o con una visibilidad un poco acotada. Valoramos muchísimo todo lo que esta haciendo AIE por nosotros, sin está ayuda nos sería totalmente imposible. No tenemos un fuerte ingreso económico, de momento, que proceda de la música, como centenares de compañeros que por desgracia tienen que pasar «fatigas»; para tener un pago digno por la música que hacen, y AIE con esta iniciativa consigue darte el trato que merecemos.
¿Habéis temido alguna vez las críticas de la “yihad” flamenca, del público más purista?
No, pero si algún día pasa nos dará bastante igual. Nosotros no hacemos flamenco, hacemos música electrónica porque no sabemos tocar instrumentos, hecha en Jerez, con matices flamencos por supuesto, porque estamos en la cuna. Igual que un chaval que nace y crece en Queens en un ambiente humilde y obrero, tiene más probabilidades de que, si decide hacer arte, este tenga pinceladas de la cultura que vea en sus calles: hip hop, reggae… pues igual nos pasa. El flamenco es algo único y debe ser tratado siempre con respeto y con un prisma constructivo. Si nosotros no respetamos eso siendo de donde nació el flamenco, ¿quién lo va hacer?
¿Algo está pasado en la escena flamenco/urban y flamenco/pop, no? Entendiendo “pop” como un concepto amplio, hay proyectos muy punteros como: Antónimo, La Plazuela, Califato 3/4, Moneo, Cristian de Moret, Achilifunk Sound System, vosotros…la lista es ingente, y con producciones muy distintas pero que pivotan sobre el flamenco.
Es algo maravilloso que esté pasando esto y que la gente cada vez más se atreva con fusiones tan dispares. Y lo que nos parece mejor aún es que un sentimiento identitario se está apoderando de los artistas españoles, de cada región. Es una lástima que en la música más popular, más «mainstream» por entendernos, en la mayoría de casos, no veamos matices «localistas», que representen o reivindiquen en cierta forma, en mayor o menor grado, su procedencia. Pero lo dicho, esto está en expansión, y que siga así.
¿Creéis que propuestas como la vuestra y estas que hemos comentado pueden servir para acercar el flamenco más puro al público general?
Si y no. El flamenco tiene el soniquete, el duende, una estructura, un idioma propio, una raíz, y lo que hacemos nosotros o grupos como los que comentas, es muy diferente. El flamenco hay que entenderlo y sentirlo. Si el público quiere saber qué es el flamenco que escuche a El Torta, La Paquera de Jerez, El Chocolate, El Capullo, que venga a vivirlo, a vivir sus fiestas y su cotidianidad. Por otro lado, si todos los grupos y artistas que nos alimentamos del flamenco en algún aspecto, reivindicamos y nombramos esas figuras y pilares que tanto han brindado a este arte, podemos conseguir que el público general de pueda interesar o al menos se nutra o le surja la curiosidad.
Una de las virtudes de la música es que, como vehículo de transmisión y lenguaje, puede funcionar como reivindicación. ¿Os sentís defensores de una cultura?
Nosotros defendemos que todos tengamos las mismas oportunidades, un trabajo digno, conciencia de clases, nuestros actos y la tierra que uno trabaja y cuida a diario. Somos hijos de obreros, pobres y con orgullo, y sabemos lo que es partirnos el lomo. Si algo pretende romper esos pilares, estaremos en su defensa, y en el ataque si es preciso.
