L’EXOTIGHOST (Veranos en Vivo 2023): «Con esa obsesión con que todo sea masivo, el disfrute se diluye»

Con lo exótico y lo oriental siempre en el horizonte e impregnados por la cultura tiki, L'Exotighost y su concierto en El Intruso el viernes 28 de julio son unos de los protagonistas de la última jornada de Veranos en Vivo 2023.

¿Cómo nace L’Exotighost?

L´Exotighost nace en 2018, cuando tras años fantaseando con la idea de formar una banda de exótica, yo [Javier Díez Ena] decido dar el paso y contactar con los músicos  idóneos para poder llevar a cabo con éxito una banda de estas características. Estos son  Ricardo Moreno un batería muy conocido, desde su éxito con Los Ronaldos en los 80 ha pasado por decenas de grupos y proyectos, tiene un estilo único y formó parte del cuarteto de Mastretta de quien podría decirse que fue el precursor en la recuperación del lounge, el easy-listening y también la exótica en los años 90. Juan Pérez Marina, un grandísimo guitarrista, ha tocado durante años con Javier Corcobado Leone y otras bandas; y con María Arranz Fernández, enorme marimbista. La marimba es una pieza básica en el sonido de la banda, María ha tocado con muchas orquestas y grupos de cámara y bandas de todo tipo. En 2019 aparece nuestro primer álbum La Ola Oculta y desde entonces hemos editado dos referencias discográficas más y no hemos dejado de tocar por todas partes. 

¿De dónde surge este universo tan propio que presentáis?

Bueno, la inspiración directa es la cultura tiki y la música exótica que surgió en los años 50: Martín Danny, Les Baxter, Arthyr Lyman y tantos otros. Pero la idea siempre ha sido evitar el revisionismo y la copia. Nosotros ponemos al día la exótica y además componemos temas originales. A la receta clásica de la exótica y el lounge hemos añadido timbres, efectos y herramientas del presente, como por ejemplo algunos ambientes generados por ordenador, y sutiles procesos electrónicos. Podemos dar buena fe de que a la gente le está gustando esta nueva fórmula, cada vez estamos tocando más y solo podemos ir palabras buenas de nuestros públicos.

El año pasado lanzasteis vuestro segundo álbum, Kamongo, ¿cómo lográis mantener vuestra esencia y a la vez presentar nuevos desarrollos?

Manteniendo siempre el espíritu exótico en el horizonte, la verdad es que siempre nos movemos en unos parámetros de libertad que nos permiten a la vez sonar exóticos y a la vez innovar sobre nuestra propia fórmula. En esto influye que hemos tocado muchos juntos, son  muchos ensayos  y muchos conciertos y ya nos conocemos bien como personas como músicos.  Sabemos lo que da de sí la banda y lo mucho que tenemos por explorar en el futuro. Creemos que todos los pasos que damos avanzamos en el sonido, pero sin perder nunca la esencia. Estamos muy contentos con la dirección que estamos llevando.

El próximo viernes 28 actuáis en El Intruso durante la última jornada del ciclo Veranos en Vivo 2023, ¿cómo afrontáis este concierto?

Este concierto es muy especial, por un lado, porque la sala nos gusta especialmente. Yo en particular he tocado allí con todas las bandas que tenido previamente; Dead Capo, Forastero, Ginferno y también con mis proyectos de theremín. Además, tengo excelente relación con Oli, su responsable. Por otro lado, es un concierto muy especial porque va a ser una especie de concierto de adelanto y de paso ensayo general para el espectáculo que presentaremos en Estados Unidos este verano, ya que tocamos dos conciertos en el Tiki Oasis de San Diego, que es como el gran festival a nivel mundial de la cultura tiki y de la música exótica. 

¿Es hacer música instrumental un acto de valentía hoy en día?

En parte sí que es un acto de valentía porque ciertamente la época dorada de la música instrumental así a nivel popular pasó hace muchas décadas. En los años 50 y 60 hubo varios números uno de música exclusivamente instrumental. Pero, por otro lado, la música instrumental es algo que jamás desaparece y tiene su público. En particular en nuestra fórmula con nuestra apuesta por la música exótica creemos que funciona especialmente bien porque la propia instrumentación y las propias composiciones instrumentales se salen de lo que la gente está habituada, y se olvidan completamente de que no hay letra ni cantante. Es un viaje sonoro, aunque también hay que decir que cada vez estamos incorporando más elementos vocales y guturales en nuestra música. Hay gritos incluso algunas palabras y cánticos.

¿Cómo os planteáis la construcción de los temas? En la escucha se percibe que cada instrumento tiene su espacio, pero a la par todos tienen pasaje protagonistas

Por supuesto, nuestra fórmula está bastante pensada y realmente cada instrumento tiene su momento. Las melodías se las suelen repartir entre la marimba y la guitarra. A veces el theremín también aparece como instrumento melódico. Por otro lado, la base rítmica es fundamental en este estilo, el bajo y la batería es un es un continuo sustento siempre buscado además ritmos diferentes y patrones no tan habituales. De hecho incluso jugamos con compases un tanto irregulares, 5/4 o 7/8, aunque si te digo la verdad la gente ni se da cuenta y baila igual que sobre un 4/4.

¿Hay una línea clara de inspiración a la hora de componer? En “Quiet Gnossienne” es obvia la referencia a la obra de Satie, de igual manera con “El hombre y la tierra”.

Sí, a la hora de componer esta siempre ese horizonte exótico y ese gusto nuestro por las melodías orientales, por todo lo remoto, por las escalas que no suelen utilizarse habitualmente. En cuanto a los temas que decidimos adaptar, siempre  tienen que tener ese componente especial y misterioso. En el caso de “El hombre de tierra”,  aparte de ser un tema que ha marcado a fuego a varias generaciones podríamos considerarlo como  uno de los primeros ejemplos de música exótica en España. Por otro lado Erik Satie, al igual que Debussy o Ravel son como los tatarabuelos de la música exótica por ese hechizo,  por ese embrujamiento que sentían hacia toda la música oriental y de otras culturas asiáticas.

Veranos en Vivo pone de manifiesto que el trabajo y la programación de las salas continúa en estos meses estivales. ¿Qué os aportan a vosotros las salas como público?

Tocar en salas nos sigue aportando muchísimo, tanto el desde el punto de vista de músicos, como cuando asistimos a conciertos como público. Pues es algo que a veces se está perdiendo con esa obsesión con que todo sea masivo, con las cifras, con los grandes eventos, grandes festivales, a los que también a veces vamos a tocar y muchas otras como público. Pero el disfrute se diluye.  Es algo así como cuando visitas un gran museo y ves cuentos y cientos de cuadros en una mañana y llega un momento que no reciclas información, no disfrutas de cada cuadro como debería ser, no le dedicas el tiempo necesario. Tocar en salas se parece más a visitar un pequeño museo que tiene algunas joyas dentro, bien elegidas y en el que realmente dedicas a cada cuadro lo que necesita, te empapas de la belleza del arte. Asistir a un concierto en una sala te permite  disfrutar del buen sonido, de la cercanía, y del detalle de lo que es un grupo dando lo mejor de sí en un escenario.

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