AITOR CASTELLS (DÍA DE LA MÚSICA 2025): «Son las propias canciones las que deciden por sí mismas»

El próximo domingo 22 de junio, cerrando el ciclo del Día de la Música de Madrid en Vivo, el músico menorquín estará presentando en este concierto los temas de su último trabajo, 'Days Later', un disco que logra cultivar el folk-rock desde un prisma creativo, evitando los lugares comunes, y evocando los tejidos de bandas consagradas como Wilco, logrando mantener su personalidad autoral.

El próximo domingo 22 de junio estarás en directo presentando Days Later (2025) en Peor Para El Sol, en el marco del ciclo con el que las salas de Madrid en Vivo celebran el DÍA DE LA MÚSICA 2025. ¿Cómo afrontas este directo y qué puede esperar el público?

Peor Para el Sol ofrece una deliciosa intimidad que iguala a público y artista generando sinergias que rara vez se dan en otros escenarios. Siempre que tengo a esa sala en perspectiva lo afronto con el entusiasmo del que se va a reunir para tocar con amigos. Isaac [responsable de la sala] es un anfitrión estupendo al que guardo una gratitud sin fondo por haberme dado las oportunidades que me ha dado.

Days Later es un disco con muchas aristas y una producción muy cuidada. ¿Qué consideras que suma este nuevo trabajo a tu discografía respecto a trabajos anteriores?

Days Later es la segunda entrega de un tríptico que grabé en 2022, cuya tercera parte Two, Three aparecerá en septiembre. A mi juicio es mi trabajo más concienzudo y minucioso, pero al mismo tiempo es el disco cuyo proceso más he disfrutado, algo que creo ha quedado impreso de algún modo en el resultado final. Con respecto a trabajos anteriores, Days Later es conceptualmente más redondo. Alberga una coherencia narrativa poco habitual en mis obras previas. Creo que con él he alcanzado mi madurez como compositor e intérprete. Es el final de algo y el principio de otra cosa.

¿Cómo has trabajado las canciones de este álbum? ¿Su composición bebe de alguna inspiración o situación en concreto?

La serendipia, el hallazgo casual es un elemento definitorio en mi proceso, es decir, no sé lo que busco hasta que lo encuentro o me encuentra. Cuando produzco tengo la sensación de que son las propias canciones las que deciden por sí mismas. Yo solo las observo desde diversas perspectivas hasta que me enamoro de una. El resto es saber rodearse de las personas oportunas para ejecutar lo que uno tiene en mente. Por ejemplo, este tríptico lo grabé con musicazos como Kike Fuentes, Javier Gómez, Marcelo Fuentes o Gabri Casanova en el inmejorable entorno de los estudios Infinity, donde los hermanos Baselga se entregaron sin reservas al proyecto. En cuanto a la segunda parte de la pregunta, todos mis músicos referenciales tiene un eco Days Later, aunque ninguno en particular. Mi admiración por Bowie, Lou Reed, Kate Bush o Jeff Buckley es patente. He ido a su escuela. Son parte de mí.

En la escucha, “Screaming underwater” es una canción especialmente particular dentro del disco. Quizá es la que muestra de manera más patente tu preocupación por la producción, llevando al oyente en la escucha a acompañarte en ese “grito subacuático”. ¿Sueles trabajar con esa intención de evocación lírico-musical?

Tu comentario es muy generoso. Cuido la producción porque es un idioma paralelo al de la canción en sí misma. Me gusta jugar, trastear, perderme. Es mi carácter: me gusta más ir que llegar. Me gusta sembrar mis canciones de vida interior, de detalles que van ofreciéndote su propia óptica de la historia, su versión del relato.

Una vez más demuestras ir a contracorriente publicando algunas de las canciones más largas de tu discografía, en un momento social en el que parece que no podemos atender nada de más de un minuto. ¿Debe el artista contraponerse a todo lo establecido?

Ni me lo he planteado, la verdad, simplemente hago lo que me nace desde la ausencia de expectativas y premeditación. No hay ninguna rebeldía en lo que hago más allá de la de ser fiel a mí mismo. Por otro lado, creo que no existen canciones largas sino canciones que se hacen largas. 

Entre el 19 y el 22 de junio celebramos el DÍA DE LA MÚSICA 2025 en las salas, una efeméride que se celebra cada 21 de junio. A tu modo de ver, ¿por qué es necesario celebrar la música?

Porque celebrar es lo contrario de lamentar. Y porque como dijo Nietzsche, la vida, sin música, sería un error.

En tu discografía las canciones son las que llevan el peso, independientemente de los arreglos o de están escritas en inglés o castellano. ¿Recuerdas cuál fue la primera canción que escribiste y cómo surgió?

Tan pronto supe dos acordes empecé a hacer canciones. Para la primera utilicé mis dos primeras conquistas: el Re mayor y el La menor. La repetición entusiasta de aquella rueda sencilla me tuvo atrapado varias semanas. La letra, de cierto tono elegíaco, hablaba de cosas perdidas cuando todavía uno no sabía lo que era perder.

De origen menorquín, pero residente en Madrid. ¿Qué esencia de Madrid tienen tus canciones y qué esencia tienen de Menorca?

Madrid y Menorca, Menorca y Madrid están en la esencia de todo lo que hago. Nací en Menorca, pero en Madrid culminé mi nacimiento. Digamos que Menorca pone la música y Madrid la letra. Menorca me da la pausa y Madrid el nervio. 

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