No todos los entrenadores de baloncesto o fútbol han sido jugadores en su juventud, pero todos los que lo han sido reconocen que esto les ha sido útil a la hora de entender el juego. Lo mismo ocurre en el mundo de la música en vivo. No todos los trabajadores de las salas tienen una trayectoria musical, muchos se han curtido en otros terrenos, pero, es innegable, que los que son músicos cuentan con una perspectiva panorámica del directo. Para conocer de primera mano esta perspectiva de 360º hemos hablado con algunos de estos individuos que hacen magia con las horas del día y compaginan su labor en las salas con su carrera musical:
CARLOS LEZCANO – HANGAR 48
Carlos Lezcano tiene una dilatada experiencia trabajando en las salas. Actualmente, es programador de Hangar 48 y guitarrista de la banda de funky y soul The Groove Family: “Como músico sé perfectamente lo que quiero de una sala, lo que me gusta y lo que espero de la misma, eso me da una ventaja a la hora de tratar con las bandas. Muchas salas y programadores que me he encontrado a lo largo de mi vida pasan absolutamente de las bandas y de los músicos: grave error, las salas son las bandas y los músicos que pasan por ellas”.
Pero Carlos también confiesa que esto tiene una cara B: “Muchas veces no puedes cubrir las expectativas de una banda en particular, o tienes que lidiar con la parte administrativa que en mi caso no es de mi mayor predilección”.
YAGO M. BANET – VESTA
Si estás puesto en la escena pop alternativa actual seguro que te suena el grupo Veintiuno, incluso habrás movido el tobillo con alguno de sus temas. Su bajista, Yago ejerce además desde hace unos meses como programador de Vesta: “Te convierte en un puente perfecto para entender tanto las necesidades de la sala como las necesidades de los artistas y encontrar un punto medio que favorezca a ambos”.
Yago resalta la labor de impulso artístico que hacen las salas: “Comparto la ilusión que puedo compartir con muchos músicos de poder tener mano en un espacio donde se desarrolla la cultura de una ciudad”.
CLARA COLLANTES – MARAVILLAS
“En este tiempo he podido ver lo que implica hacer conciertos en una sala como Maravillas y las dificultades con las que nos encontramos. Las dos actividades se retroalimentan. Mi perspectiva de programadora está influida por mi actividad como músico, y al revés también, es inevitable”. Actualmente acompañando a Tulsa, Clara Collantes sigue dividiendo su día a día entre la programación de Maravillas y su labor guitarrística.
Clara destaca la importancia de mantenerse al tanto de toda la escena y no recluirse en el espacio de trabajo propio, pero sin agobios: “Intento no perder de vista lo que pasa alrededor de Maravillas y en mi entorno musical, no dejar de ir a otras salas, saber qué y quién hace cosas en otros sitios. A veces resulta complicado. Procuro tomármelo con calma, disfrutar de lo que hago en cada momento y no dejarme llevar por el agobio de estar perdiéndome algo en otra parte”.
DAN MILSON – EL JUNCO
Con su álbum debut Half Way There (BMG) recién salido del horno, Dan Milson compatibiliza sus fechas de presentación con la programación de El Junco: “Como músico a veces vives en una burbuja, pero desde una sala ves lo que hay detrás, entiendes ciertos costes que como músico a veces no entiendes, ves lo que luchan las salas para que pequeñas bandas salgan a flote. Son el principio de tu camino, es donde coges tablas, es donde empiezas a conseguir tus primeros fans y muchos de ellos te seguirán hasta el final de tu carrera”.
Acoplar la trayectoria musical al trabajo en una sala no es tarea fácil: “Quita mucho más tiempo de lo que imaginas. Como programador de El Junco la gente piensa que simplemente es cerrar un concierto y ya está, pero la realidad es otra… la gente te vincula con la sala y se olvida de tu carrera musical”.
CAROLINA PASERO – MOBY DICK
Carolina ha trabajado siempre en vinculación con las salas, compaginando esto con su desempeño a las cuatro cuerdas del bajo. Aunque actualmente no toca en ningún proyecto, promete volver a los escenarios muy pronto. Como directora y programadora artística de Moby Dick, la pluralidad siempre es una de sus prioridades: “No siempre me encajan las propuestas artísticas y no tiene porqué ser cuestión de gusto musical, ni tengo la obligación de dar fecha porque me escriban. Mi trabajo es ofrecer una agenda plural en diversidad de estilos, genero, previsión de aforo, técnica incluso con un papel socio político del barrio y ciudad donde estamos. Es una perspectiva profesional que tiene que salir a cuenta a ambas partes. En esta posición ayudo a las bandas a entender lo que yo necesito y espero y a la vez comprender sus necesidades como artista”.
Lo humano es tan relevante como los aspectos técnicos: “Les doy lo que a mí como artista me gusta encontrar cuando giro. Es importante llegar y que te sientas cómoda, que te faciliten técnica y humanamente lo que esté en tu mano para que llegues a tus objetivos como artista en ese directo”.
KUQUI ALEGRE – MOBY DICK
“Lo Dejo Todo” es uno de los grandes hits de Kuqui Alegre. Pero él más bien lo da todo por la música en su proyecto y como camarero en Moby Dick: “Tengo la suerte de tocar mucho y de conocer la organización y el trato que se dan en otras salas del territorio, y no vi una profesionalidad tan grande como en ésta”.
Para Kuqui el respeto al trabajo es lo más importante: “Más que una perspectiva del mundo de la música, es saber respetar a todos los trabajadores que están diariamente luchando para mantener en pie una sala de concierto”.
