Abrir una sala de conciertos siempre es una opción arriesgada y encomiable a partes iguales. Pero esto, se multiplica exponencialmente si la apertura se realiza tras la mayor crisis financiera de nuestra era. El Intruso abrió sus puertas en noviembre de 2011, “en un contexto realmente complicado debido a la crisis financiera. La puesta en escena fue bastante arriesgada por esa circunstancia, pero las bases se empezaron a asentar gracias a un grupo humano muy comprometido e implicado” nos cuenta Oliver, fundador y director de El Intruso. Pero, más allá de este valiente comienzo, esta semana celebran su undécimo aniversario gracias a su acierto a la hora de lograr simpatizar con el público en una evolución continua: “haciendo ajustes constantemente hasta encontrar la atmosfera con la que nos sentimos más identificados”.
Y esa capacidad camaleónica, que de alguna manera determina la supervivencia de la mayoría de salas de conciertos, es el precepto para Oliver y El Intruso en los años venideros: “adaptándonos a los nuevos tiempos gracias a una visión abierta y flexible. Siempre en constante movimiento”. Sin olvidarse de que, al fin y al cabo, las salas son un espacio de cultura y, en consecuencia, un espacio humanístico donde lo que prima es el encuentro entre las personas, como si del ágora de nuestro tiempo se tratase. Así lo sienten en El Intruso, y así consideran, tanto al público, como a sus trabajadores: “Lo más importante son las personas que nos ayudan a seguir evolucionando: dentro de la barra, encima de un escenario, en la cabina del dj, el ropero, en la puerta de acceso o detrás de la pantalla de un ordenador. Ese es su auténtico corazón”, añade Oliver.
La celebración de sus 11 años de vida será una reivindicación de este espíritu social y acogedor de El Intruso: “una fiesta musical con los amigos de la casa y músicos habituales de la escena que nos han ayudado a construir nuestra identidad”. El festejo se prolongará durante toda la semana con mucha música en vivo:
La habitual Acid Jam! rinde homenaje al legendario trompetista Roy Hargrove, con el saxofonista Daniel Juárez y y el trompetista Nico Andino como invitados especiales.
All Night Long Big Band, el proyecto de Ernesto Larcher. Con un repertorio de arreglos originales enmarcados en el ámbito del rhythm and blues y la música negra. Cerrando la noche Djam Club Mad con una sesión en la que conviven la música afrolatina y música electrónica con percusiones en vivo.
Un año más, cuentan con Sabrosa para celebrar el aniversario de El Intruso. Una oportunidad única para ver un directo diferente de la música de los Beastie Boys dentro del ciclo Jazz Con Sabor a Club 2022. La ya constatada Ocelot Jam llegará después con un aire de soul y R&B, con esencia de los años 90 fusionada con sonidos y ritmos modernos, sin dejar de lado la improvisación. DJ Soro pondrá el broche a la velada desde la cabina.
Track Dogs llegarán cargados de ritmo, y para que no dejar de bailar. Y @monguitonegrito musicalizará el resto de la noche.
Tendremos a Ogun Afrobeat , con contundentes ritmos del afrobeat y otros estilos de Nigeria y África con músicas negras norteamericanas como el soul o el funk. En un viaje musical de ida y vuelta de lo más natural. Continuará Lafette DJ para quemar la pista de baile.
El broche final lo pondrá Fatbeat!, en Jazz Con Sabor a Club 2022, creando paisajes sonoros de gran intensidad, a veces instalados en la complejidad, a veces nadando en la sencillez, pero siempre proponiendo al público música original e improvisación. Y, para terminar, DJ SoulTan con su maravillosa selección musical.
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