Sin prejuicios ni artificios de más, Dora (Madrid, 2004) irrumpió en el mundo de la música con la acústica “Call Me Back” para después no parar de sorprender con cada uno de sus lanzamientos musicales sucesivos. Con el público y la crítica metidos en su bolsillo, el hype creado ante la publicación de su reciente primer EP, “Sin Prisa No Quiero Morir”, ha sido más que lógico. Singles previos como “Ojos de Serpiente”, “Hoy”, “Oxena” o “Quiéreme (aunque no es tu estilo)” han sido la constatación de que Dora pertenece a una generación en la que los géneros fluyen y se disuelven entre sí, creando atmósferas sonoras mucho más frescas e interesantes en las que han participado productores de la talla de Pional.
Del bolero es capaz de evolucionar al UK garage, pasando por el filtro de la electrónica, de una manera tan natural y genuina que solo se puede explicar si se cuenta con un talento y un don de serie. Visionaria en lo musical y con una actitud descarada con la que se acerca tanto a la estética punk como a la del hip-hop, Dora no le tiene miedo a experimentar con el sonido y sus infinitas formas. Su manera de componer es personal y directa como un dardo, sintiéndose cómoda al hacerlo tanto en español como en inglés. Lejos de querer aparentar algo que no es o de encasillarse en una simple etiqueta, Dora es sinónimo de inconformismo, rebeldía y libertad a la hora de buscar melodías y letras e investigar acerca de lo que más le apasiona desde que nació: el arte.