Desde una etapa bastante temprana, las canciones de Cuco parecían conectar con las audiencias en línea; su estética sincera de pop casero y su evidente talento resonaban por razones obvias.
Grabados en casa y compartidos a través de servicios como Bandcamp y SoundCloud, proyectos autoeditados como Wannabewithu de 2016 y el EP Chiquito de 2018 mezclaban canciones pegajosas y fáciles de identificar en inglés y español, lo que hizo que Cuco se ganara el cariño de otros latinoamericanos de primera generación y de jóvenes fans de cantautores indie. Sin estar atado a restricciones de género, experimentó con estilos y sonidos, incorporando mariachi y R&B, psicodelia y rap, entre otras formas, en su diversa paleta según le pareciera adecuado.