Dani González y su alter ego Chovito Producciones dan rienda suelta a un nuevo espacio sonoro. Indagaciones cómicas, eléctrónicas y una inquietud furiosa crean este episodio ecléctico, en gran medida espoleado por la intención de subsanar las carencias emocionales que genera el panorama musical convencional. No hay reglas, hay sonido, hay música, hay goce y trascendencia, hay movimiento, hay orígenes, hay dub, jungle, jazz, drum&bass, reggae. Surge sin remedio como lava del Teide cuando playas deliciosas y los paraísos tropicales de un tinerfeño exiliado se cambian por los torrentes vehiculares M-30, M-40 y M-50 de la ciudad capital.