Buscando el trance que habita en el rock, los japoneses Goat llevan la experimentación a un nuevo estadio, conectando el tribalismo con el noise, el free jazz, la música incidental y las arquitecturas imposibles.
Esquivos a cualquier definición ortodoxa que se pueda hacer de su música, pero también a los mecanismos formales de la industria (no los encontraréis en Spotify, sólo en Soundcloud y YouTube), el combo nipón son una rara avis imperdible que pasará por nuestro ciclo.