Si bien no se trata ni de un tablao, ni de un teatro flamenco, el Café Berlín ha mostrado una devoción y dedicación creciente y constante al flamenco. Situado en la Costanilla de los Ángeles, entre las plazas de Callao y Santo Domingo, el Berlín se ha consolidado en estos 11 años de historia reciente (que está celebrando en estas semanas) como un lugar de encuentro entre los “viejos” y los “nuevos” flamencos. Y, también, como unos de esos espacios que los artistas perciben como su propio laboratorio, como un escenario de experimentación, conjugación y aleación.
Tal es así que, anualmente, desde hace 5 años, celebran durante el mes de noviembre el Festival Flamenco de Club. Un ejercicio de extracción del flamenco de su hábitat común, para transportarlo, desde el respeto, a una sala de conciertos. “Con el apoyo de artistas como Bandolero y Pakete llevamos el flamenco a otro contexto, para poder tener un festival con artistas muy importantes, en un lugar más cercano, de mucha más intimidad que, por ejemplo, un teatro”, comentaba Pato Almada, programador y copropietario del Café Berlín, sobre el surgimiento de ese proyecto. Por el Festival Flamenco de Club del Berlín han pasado nombre del calado de Lole Montoya, Pepe Habichuela, Farruquito, Josemi Carmona, Duquende, Diego del Morao, Capullo de Jérez o Israel Fernández, entre muchos otros.
Pero el culto al flamenco del Café Berlín no se limita al Festival Flamenco de Club, ni al mes de noviembre. Cada semana podemos encontrar propuestas dedicadas al arte jondo, tanto de cante, como de toque, como de baile; así como proyectos de fusión con otras músicas. Sin ir más lejos, en los próximos días, su programación nos brinda la oportunidad de ver a artistas genuinos como Gitano de Palo el próximo viernes 24 de marzo, Encuentros (otra de las iniciativas flamencas del Berlín) con El Yiyo y Montse Cortés el sábado día 25, el rescate del sonido caño roto de Gypsy Power Band el viernes 31, o ya en abril, la Fiesta Flamenca con Laura Funez y Yoel Vargas del día 6.