El próximo 21 de julio estarás presentando tu nuevo disco, Vampiro¸ sobre el escenario de Moby Dick dentro del ciclo Veranos en Vivo. ¿Qué vamos a encontrar en este concierto tan especial?
Es un concierto que coincide con mi cumpleaños. Ya hace varios años que lo celebro tocando en la Moby Dick. Me acompañarán Alvaro Suite a la guitarra y Ana Diego a los coros. Tenemos muchas ganas. Presentamos Vampiro pero vamos a tocar tambien canciones de todas las épocas de mi carrera.
En “Gente” cantas: “No te juzgues duramente, es humano el error”. ¿Se juzga Rubén Pozo duramente con frecuencia?
Bueno, sí, pero también estoy aprendiendo a perdonarme. O lo haces o no puedes avanzar. Tengo varios recuerdos malos, como todo el mundo, que son como peliculas malas que me sé de memoria y de las que ya no puedo rascar nada más. Aprendí la lección, no necesito ver esta cinta más veces. Ahora toca construir, mejorar.
De las canciones que has escrito hasta ahora ¿Cuál esconde un proceso de composición más tortuoso?
«Guitarra Española» me costó mucho el estribillo. Yo sabía que tenía algo bueno entre manos y no paré hasta estar contento con las frases del estribillo. En el disco Vampiro la que más me ha costado es «Escorzo». O quizá «costado» no es la palabra, es la que más tiempo tardó en estar terminada. «Invierno», de mi primer disco en solitario, es una canción a la que estuve rondando unos diez años. En estos tres casos hablo de las letras. Las músicas siempre me salen con relativa facilidad. Soy demasiado exigente conmigo mismo en cuanto a lo lírico. Creo que en el fondo me gusta más la literatura de una canción que la música que lleve, aunque cuando esas dos partes van de la mano es una auténtica maravilla.
¿Es el éxito masivo sinónimo de felicidad?
El éxito crea muchos problemas pero te da dinero, lo que da mucha tranquilidad. Decía Bukowski que el problema con el dinero es no tenerlo o tener demasiado.
Pereza es uno de los paradigmas nacionales de banda que creció en las salas ¿Qué te ha aportado Madrid y sus salas de concierto a nivel artístico?
He vivido noches gloriosas que nunca olvidaré tocando en salas. También las he vivido así como publico. Una ciudad es grande si su oferta cultural también lo es. Si no es solo cerveza.
“Abel y Caín”, con la colaboración de Miguel Ríos, es una canción críticamente humanística ¿El ser humano solo es capaz de triunfar pasando por encima del prójimo?
El verbo «triunfar» no significa para todas las personas lo mismo. En «Abel y Caín» hago la reflexión de que los humanos, desde el principio de los tiempos, siempre estamos a tortas entre nosotros. Se dice que la vida es una lucha continua, día tras día. Si solo tenemos una vida y nos la pasamos luchando pues vaya desperdicio de vida, ¿no? Quiero creer que existen otras formas de vivir la vida.
¿Qué canción te pellizca especialmente al interpretarla en directo?
Ahora mismo me encanta tocar en directo «Vampiro», «Gente», «Ya no eres mi problema»… Toco canciones que me siguen dando pellizco. Me doy las gracias por haberme esforzado tanto, en general, en crearlas. Luego duran más. Aguantan mejor el paso del tiempo.
Has llegado a tocar en grandes recintos y festivales ¿Qué encuentras de único y mágico en tocar en las salas?
Creo que si tuviera que resumir esta pregunta en una frase sería: Las salas suenan mejor.
