Cuando hay algo más que sangre en las venas tu destino está decidido. Carolina Pasero lo tiene muy claro, a la vez que sangre, lleva el rock en el cuerpo. Desde muy pronto ya estaba manejando material en su trabajo en FNAC. “Era uno de los establecimientos imprescindibles para encontrar desde lo más top a lo más underground”.
De ahí se fue a una agencia de publicidad que dejó pronto para embarcarse en esos proyectos que se hacen precisamente porque hay algo más en la sangre, montó su propio sello discográfico Rock is Pain (RIP). “Desde aquí apoyé y lancé a bandas de ámbito nacional como Motociclón, Los Chicos o Bultacos e internacionales como The Raunch Hands entre otros. Como era y es bastante complicado vivir de un sello discográfico compaginé el trabajo con el de ayudante de coordinación en UFi (Unión Fonográfica Independiente), asociación de sellos discográficos nacional”.
Esta actividad le dió el impulso para diversificarse aún más y coger la responsabilidad del management o la colaboración en campañas de marketing on line con proyectos de La Noche en Vivo. “Allí estuve varios años hasta que decidí hacer un parón cuando di a luz, me apetecía estar tranquila dedicándome a la crianza de mi hija durante un par de años y me reenganché de nuevo trabajando management y comunicación con Mohama Saz, desde ahí me salieron otros proyectos de comunicación como apoyo en el 28º Aniversario de Moby Dick Club y una cosa llevó a la otra hasta que me vi como programadora artística de la sala”.
En Moby Dick ha encontrado de momento su lugar como programadora y directora de la veterana sala, que por cierto cumple 29 años este mes. Un cargo de mucha responsabilidad ganado a base de experiencia y trabajo. “Gestiono la programación artística y la actividad de la sala junto a un equipo impecable donde me gustaría destacar a Paco Jiménez, técnico de sonido y Beatriz Moreno como jefa de sala. Sin ellos en estos tiempos de pandemia mi gestión se quedaría muy coja. También ayuda muchísimo tener unos jefes (Almudena Menaya y Alberto Delgado) que me apoyan incondicionalmente y confían en mi trabajo. Ahora mismo y más que nunca es importante trabajar en el objetivo de sobrevivir a uno de los peores momentos de la música en vivo a pesar de todas las zancadillas que pone la pandemia de por sí y la gestión administrativa del estado de alarma”.
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