Eso es lo que te espera si encaminas tus pasos cualquier noche de estas a la calle del Duque de Osuna 8; a la vera de la calle Princesa y a un tiro de piedra de la Plaza de España. Allí aguardan las dos plantas del Tempo Club y al pie del cañón encontrarás a Roberto Rey, que en la sala es “casi todo: socio, fundador, DJ, programador, contable…”.
La pasión pudo a este lucense hace ya 13 años a la hora de abrir Tempo, pero la cosa venía de antes: “Yo soy DJ desde los 17 años. Al principio aficionado, mientras estudiaba, y luego más en serio, hasta que decidí que lo que me gustaba era la música. Acabé mi carrera, pero decidí que aquello no era lo mío. Estuve un año viviendo en Londres, vi locales así, con dos plantas que eran muy típicos y supe que quería montar algo así aquí.” Dicho y hecho. Tempo abría sus puertas consagrado a la música negra: “Es la que me gusta a mí y, además, en aquella época no había casi locales de este tipo”. En Tempo suena “Desde jazz, soul, funk, swing, blues, rythm’n’blues, afrobeat, brasileño, rock’n’roll de los 50… aunque lo que más se pincha aquí es funk y soul.”
Como en todo, los principios para Roberto y Tempo fueron duros: “Yo no conocía a nadie en Madrid. No tenía dinero para hacer una reforma espectacular, por lo que el local tampoco llamó mucho la atención. Hubo que pelearlo mucho con una idea clara, con una buena programación musical y el boca a boca”. Finalmente, hace 8 años se llevó a cabo una coqueta reforma del local y la sala de abajo y la de arriba conformaron un cómodo y bonito lugar lleno de sabor. Con un público habitual inquieto culturalmente, de una edad entre 25 a 45 años, la principal característica de los asiduos a Tempo es que “es gente que no va los sitios de masas a escuchar música comercial. Aquí vienen seguros de que van a tomarse un buen coctel o una buena copa, que van a escuchar una buena banda y una buena sesión. Buscan calidad”. Y esa calidad pasa por la programación de grupos en vivo: “Scott Henderson, Lou Donaldson, Fred Wesley, Marta High, Blackbirds, Cindy Blackman, New Mastersounds… No hay cinco bandas conocidas de funky o soul en el mundo que no hayan tocado aquí. Bandas de New Orleans como Big Sam Funky Nation, africanas como Evo Taylor, Orlando Julius con Heliocentrics; de Brasil Funk Como Le Gusta, de Australia The Bamboos… “. Hay meses que hay hasta nueve bandas internacionales. Menos de dos o tres es raro: “La mayoría son por contactos y tengo la suerte de traer bandas muy grandes. Como tengo amistad con los managers y saben que se les da un buen trato y aquí suenan bien, al final consigo bandas que resulta increíble que toquen en un local para 180 personas.
Lo raro es que cualquier día quede alguna entrada en taquilla. Se vende todo anticipado.” A nivel español “todos los del soul y el funk han tocado aquí y, cómo no, también los más grandes del jazz: Jorge Pardo, Perico Sambeat, El Cigala, Josemi Carmona, Javier Colina, Jerry González, todos los cubanos…”.
Roberto se muestra un enamorado de lo que hace y confiesa “es una satisfacción traer a bandas que no son en absoluto conocidas y ver cómo la sala se llena de gente que las descubre y las disfruta.” No en vano “la mitad de las bandas que vienen de fuera de España me dicen: ‘¡Ójala en mi país hubiera un local con esta programación!’”.
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