Topo nacieron después de que sus dos cabezas visibles, Lele Laina y José Luis Jiménez, abandonaran Asfalto recién estrenado su insigne álbum debut, el primero en el catalogo de la icónica discográfica Chapa Discos, dirigida por Vicente «Mariscal» Romero. Topo debutó con disco homónimo en 1979, un disco tan bueno como el de su banda anterior, con el añadido de un mejor sonido e ideas más concentradas. Las canciones, todas, sobresalientes, son de los mejor de la era: «Autorretrato», «Mis Amigos Donde Estarán», «Vallecas 1996», «La Catedral»… Luego llegó el polémico Prét À Porter, un cambio de rumbo musical que no acabó por convencer a nadie, y la vuelta a la buena senda con Marea Negra. El grupo desapareció del mapa durante años, pero volvieron en el nuevo milenio y jamás han conocido tanta estabilidad. Prohibido Mirar Atrás en 2010 les puso de vuelta; El Ritmo De La Calle, cinco años más tarde, confirmó su buen momento; y ahora, Duros y Dulces Años, les trae de vuelta tras la pandemia. Son Topo en 2022, suenan vigentes y siguen creando buena música.