Búsqueda incesante: así podemos describir la carrera musical de Antonio Hernando. La gestación de Liturgia Eléctrica es previa a la pandemia. Sin embargo, los textos han mudado de significado tras el azote enfermizo que ha trastocado la percepción de casi todo. Varias letras alcanzan lecturas insospechadas en su origen, pero los dardos dirigidos contra la docilidad de las gentes de la cultura y el arte siguen siendo idénticos y apuntan hacia la misma diana que perseguían en su génesis. El álbum demuestra devoción por los clásicos de los años setenta en fondo y forma, con un sonido espléndido que arropa letras llenas de contenido. Son palabras que cristalizan a menudo como ideas y demuestran el dominio léxico de Antonio Hernando sobre disciplinas variadas, con una amplia visión periférica que trasciende las fronteras musicales y se asoma descaradamente a la literatura o al cine.
El próximo jueves 31 de marzo, Antonio Hernando presenta La Liturgia Eléctrica, el tercer disco en solitario del jiennense, lleno de soul, góspel, música de Nueva Orleans y sobre todo mucho rock and roll, con la vista en los vinilos clásicos de los años sesenta y setenta.