Cantante, intérprete, bufón, poeta, actor, clown, provocador… Albert Pla es siempre genio y figura. Aborda las tablas solo y sin censura, en estado puro, con esa fuerza que tiene para convertir cualquier platea en un escenario donde teatralizar sus canciones y conseguir un espectáculo de una poética inusual devastadora y electrizante a base de canciones que cuentan historias trágicas y delirantes, cotidianas y sorprendentes, delicadas y brutales, crudas y surreales en las que el verdugo es víctima, la calma tormenta, la comedia convive con la tragedia y la serenidad deriva en desenfreno.