Buguibún llegan con la fuerza de un tsunami para recuperar un ritmo que parecía casi olvidado. Hablamos del Glam-rock de los ‘70, de rock’n’roll penado como una expresión de rabia adolescente que se puede bailar a ritmo de Boogie, a veces más contundentes y por momentos más sutiles. Pegadizos estribillos que contagian la energía a jóvenes y no tan jóvenes por igual. Elegancia y descaro, potencia y melodía, todo equilibrado para que la fiesta no decaiga. Además, la noche continúa con un aniversario del Indio a los platos… ni más ni menos que 25 años.