En el horizonte está la salida de un nuevo disco y la publicación de un libro. ¿Qué nos puedes contar sobre estos dos proyectos?
AstroQueen, mi cuarto álbum, nacerá el próximo 22 de abril y es un viaje electro-cósmico a través de La Rueda del Año de la Wicca repleto de ese simbolismo mágico que a mí tanto me define, y que, sin duda, es el concepto más bonito que he trabajado a nivel artístico y musical, hasta la fecha.
Y de mi recién nacido libro Color Karma. El Día que la Música Murió en Mí (Editorial Samarcanda), decirte que es la culminación a mis últimos 10 años de carrera y desarrollo de conceptos en torno al mundo de la creatividad, activismo musical y arte en femenino. Y por qué no decirlo; de usos y abusos en la Industria Musical, algunos de los más sangrantes, que debemos entender, y sobre todo no repetir. ¡474 páginas de amor infinito, escritas a lo largo de una década! ¡Qué vértigo! ¡Cuánta evolución!
Tus conciertos tienen una mística especial, ¿cómo definirías tu show “RITUAL. Edición Ostara”?
RITUAL es un show tejido a través de la música electrónica y las artes mágicas que ofrece al espectador un viajecito de lo más entretenido por el mundo astrológico y musical que tanto me apasiona. Es mucho más que un concierto con un repertorio. Es el reflejo de un artista y del latido de su corazón, en su máxima expresión.
¿Crees que las mujeres han logrado alcanzar el mismo estatus que los hombres en el mundo de la música?
Qué pregunta tan compleja. Las mujeres estamos avanzando con paso firme hacia puestos de mayor poder y visibilidad. Si somos capaces de seguir empujando y creyendo en nuestro talento, sin olvidar facilitar el acceso a otras compañeras, claramente estaremos en el camino de conseguirlo. Lo más importante es que estamos derribando moldes estrechos que nos constreñían hasta hace nada y clasificaban en un único tipo, o dos, de mujeres. Pero ¿Cuántas presidentas de compañías conoces? Lo del estatus no llegará hasta que estemos bien afianzadas en todo el tejido industrial, y nuestros compañeros sensibilizados con la problemática del género.
¿Sigue habiendo temas tabúes en la música?
No creo que haya tantas temáticas tabúes cómo conflictos asociados a la libertad de expresión. Y de este tema podríamos sacar varios especiales de La Sexta Noche [risas]. Lo que está claro es que una sociedad moderna y democrática no debe constreñir ni poner límites a ninguna expresión o lenguaje artístico. Otra cosa bien distinta es la libertad y límites de nuestras conductas…
Tu concierto está enmarcado en el festival Mujeres en Vivo, ¿son este tipo de iniciativas un verdadero impulso para el arte femenino?
Desde luego este tipo de iniciativas que promueven la igualdad en la música ayudan mucho. Se necesitan más propuestas como esta y sobre todo, más cuotas de paridad y mecanismos que nos permitan detectar nuestras carencias para poder acceder a ciertos tipos de oportunidades, festivales, puestos e incluso premios, si me lo permites. La igualdad en la música debe promoverse en todos los géneros y ambientes que conforman esta gran familia de la que todos formamos parte.
Eres una artista con años de trayectoria en la industria musical. ¿Sientes que ha cambiado algo en cuanto a la percepción y recepción de la música hecha por mujeres en estos años?
¡Uy! Yo vengo de darme auténticos golpetazos contra la pared. Ser pionera siempre es un acto de tremenda generosidad personal y social. El otro día al hilo del éxito de Rigoberta Bandini y la polémica eurovisiva, reflexionaba precisamente en redes sobre lo mucho que en 2015 nos costó introducir el discurso inclusivo y feminista de mi álbum ‘Forever Perras’ en ciertos medios (que no en el corazón de la gente). En realidad, me alegra mucho que las ideas y los mensajes importantes vayan calando a golpe de efecto artístico. Esa es la grandeza de la Música y su poder como herramienta transformadora de la sociedad. Cada uno de nosotros, los artistas, somos importantes. Los que derriban muros a cabezazos, los que amplifican y los que plantan la bandera.
Gran parte de tu carrera se ha desarrollado en las salas de concierto, ¿qué te han aportado éstas artísticamente?
Las salas de Madrid, algunas tremendamente icónicas, siempre nos han aportado una gran identidad artística. ¡Incluso de ciudad! Qué sería de Madrizzzz sin sus salas… Me consta que algunas tienen equipos y programadores magníficos que se dejan la vida cada noche. Aunque me venga alguna que otra a la cabeza que podría mejorar mucho en el trato y desarrollo de nuevas líneas de programación. Lo que es cierto, es que vienen de hacer un tremendo esfuerzo tras la pandemia con sus distintos brotes y rebrotes. Este es un gran momento para que las salas, los artistas y la Administración trabajemos conjuntamente en la reconstrucción del sector. Que haya ayudas a las Salas y sus diversas iniciativas, por supuesto, sin olvidar tampoco las ayudas directas a los músicos (el eslabón más vulnerable) y el reconocimiento de nuestros derechos cómo trabajadores
