Acabáis de lanzar una nueva canción, “Not Quite Sure”, ¿qué proyectos futuros tenéis Amyjo & The Spangles?
¡Si! Esta canción va a formar parte de nuestro nuevo EP, que está en proceso de post-producción ahora mismo y está sonando brutal. La verdad es que nuestro proyecto de futuro es continuo. Queremos entrar en el mundo de los festivales, algo que no es nada fácil si no tienes contacto con los grandes monstruos del mar musical, y, sobre todo, escribir canciones, grabarlas y tocar, tocar y tocar. La filosofía es compartir amor y alegría con las canciones y cada vez llegar a más gente.
¿Qué puede esperar el público de vuestro concierto el próximo sábado día 5 en Contraclub?
Primero de todo, la presentación de “Not quite Sure”, que nunca la hemos tocado en vivo. Y, como siempre, muy buen rollo y mucho rock ‘n’ roll. Nos gusta que la gente se sienta parte del concierto, entonces siempre hay mucha interacción con el público y siempre contamos con algo para animar la fiesta. Tenemos algunas versiones muy chulas también y esperamos tener algún invitado muy especial.
¿Crees que las mujeres han logrado alcanzar el mismo estatus que los hombres en el mundo de la música?
Diría que sí. Hablando de la música como algo artístico y creativo, nos fijamos (yo personalmente, y los que conozco) en el talento de la gente: una buena voz, buenos instrumentistas, bailarines, etc… no pensamos tanto en el género sino en lo que este artista está haciendo. Luego dentro del negocio, y en el mundo de la música comercial, la gente de traje que controla todo casi siempre son hombres…e imagino que aún hay mucho machismo en sus oficinas. Un poco como el mundo real, ¿no? Pero a la gente que en realidad le importa el arte, no mira el género. Es algo que viene de un sitio mucho más profundo y no tiene ningún sentido verlo así. El arte no tiene edad, ni sexo, ni raza, es algo universal abierto y accesible a todos.
Madrid es tu ciudad de adopción, ¿qué te han aportado sus salas de concierto?
Yo empecé actuando aquí en Madrid y la verdad es que amo sus bares y sus salas (aunque cada día son menos). Hay mucha oferta para todos los estilos y niveles. Es una ciudad con mucha riqueza de música y músicos, ¡tenemos mucha suerte! La Covid ha cambiado muchas cosas, obviamente, pero todavía hay muchos sitios pequeños donde puedes escuchar o tocar música casi cada noche.
¿Qué te hizo escoger Madrid como tu nuevo lugar en el mundo?
¡Madrid me ha escogido a mi en realidad! Solo vine para 6 meses, estaba de camino a México (siempre quise vivir allí) y llevo ya casi 16 años en Madrid, diciendo que me voy el año que viene, especialmente cada invierno. La verdad es que Madrid está cambiando y cada vez hay más gente y están subiendo mucho los precios, pero amo esta ciudad y mi vida va cambiando tanto… es como viajar sin irme. Es una ciudad muy especial.
Tu concierto está enmarcado en el festival Mujeres en Vivo, ¿son este tipo de iniciativas un verdadero impulso para el arte femenino?
Todo lo que da voz al feminismo me parece genial, especialmente para mujeres que sienten que están luchando para ser escuchadas. Pero la verdad es que como música nunca me he sentido tratada como inferior por ser mujer. Creo que en el mundo del arte tenemos más suerte. Como he dicho antes, ya dentro del negocio las cosas cambian un poco. La escena indie y punk siempre han sido mundos con muchos hombres, pero que han acogido bien a las mujeres. Quizás he tenido suerte pero el único momento en el que me siento un poco ‘diferente’ es que, a veces, en los garitos, después del soundcheck, no hay un sitio con espejo donde cambiar y pintarme, y casi siempre termino en los baños. Los hombres no piensan tanto en estas cosas [risas].
Eres una artista con años de experiencia en el mundo de la música. ¿Sientes que ha cambiado algo en cuanto a la percepción y recepción de la música hecha por mujeres en estos años?
Me gustaría pensar que si. Hay un montón de mujeres cantando sin miedo a decir qué sienten, saliendo al escenario como ellas mismas, y no como piensan que ‘deberían’ ser. Todavía hay mucha presión en el mundo comercial por tener que parecer ‘guapa’ como las revistas te dicen, tipo ‘Barbie-doll’, pero yo creo que justo en el mundo indie celebramos la diversidad y la imperfección.
Tú que tienes una perspectiva más internacional, ¿crees que el circuito de salas de Madrid goza de buena salud?
No, para nada. Pero creo que ocurre lo mismo en muchas ciudades. No hay apoyo a la cultura en general. Los vecinos quejándose, las salas cerrando, licencias difíciles de conseguir… Todo el mundo quiere ganar pasta y les apetece ver música en vivo, pero luego los músicos son los únicos que no ganan. Me parece muy triste tener que alquilar una sala. Hoy en día solo el técnico tiene garantizado ganar un sueldo, y me parece bien lo que ganan por trabajar, pero ¿los músicos qué? Las horas de escribir, montar canciones, ensayar… Además también tenemos que hacer nuestra propia promoción, llevar a la gente, etc… es un fracaso a este nivel ahora mismo. Hay muy poca cultura de ‘descubrir’ bandas nuevas. A la gente parece que no le interesa mucho eso… y a la mayoría de las salas les da igual qué música tocas, mientras lleves gente que consuma. Además muchas veces las salas suenan como el culo. Es como que no aprecian nada la música como arte, es más una manera de llenar sus bares y luego si no los llenas a ellos les da igual porque tienes que pagar el alquiler. Por suerte, todavía hay sitios donde te pagan por tocar, donde el dueño es amante de la música y buscan cosas guays para sus clientes, y la gente sabe que si van, van a escuchar algo chulo. Pero tristemente son cada vez menos. Para grupos underground como nosotros ya casi nada.
