¿Qué balance haces del arranque de esta octava edición de Inverfest?
Teníamos una programación súper ambiciosa preparada desde verano. Fuimos cautos, esperamos a que se levantaran las restricciones a mediados de octubre para anunciar todo el cartel. Un total de 140 conciertos, con un montón de programación en salas. Hicimos una salida a la venta realmente muy buena. Creo que, por parte del público, había unas ganas enormes de ir a conciertos y a las salas. Estábamos muy emocionados, pero con lo que no contábamos es con este repunte del mes de diciembre. Ha sido un mes de diciembre muy duro porque cuando enciendes el telediario y están 20 minutos hablando de la expansión del Covid y los casos se multiplican, la gente frena. Teníamos la esperanza de que cuando se acercaran las fechas la venta se reanimaría, pero hemos perdido un mes y pico de venta muy crítico. Así que hemos arrancado en plena sexta ola, con máximos históricos de contagios. El problema es que cada día hay dos o tres bandas que nos comunican que tienen algún positivo por Covid. Contra esto no podemos hacer nada. Estamos teniendo que reprogramar muchos de estos conciertos, con el agravante de que las salas tienen programación acumulada de las giras y conciertos aplazados por la pandemia. Así que cuando buscamos nuevas fechas no hay huecos disponibles. Por poner una nota positiva, la gente está siendo bastante comprensiva con la situación, todo el mundo tiene asimilado los métodos de prevención. Imagino que el público estará cansado de reprogramaciones, cancelaciones y cambios, pero está siendo mucho más comprensivo. No nos gusta esta situación, pero está claro que hemos aprendido a convivir con ella.
¿De qué os sentís especialmente orgullosos en esta edición?
A nivel de programación quisimos hacer un esfuerzo muy especial con las salas de concierto. Especialmente con las de pequeño y mediano aforo. En La Riviera si que venimos trabajando desde hace 3 o 4 años, y en El Sol habíamos trabajado hace dos años con 10 o 12 conciertos programados. Este año El Sol tiene casi un mes entero de programación con unos 25 conciertos en Inverfest. Tenemos conciertos también en la sala Siroco, en Vesta, en Gruta 77…. Es decir, este año la programación en salas es mucho más potente que otros años. Sobre todo, apoyando a las propias salas, que considero que son las que más han sufrido la pandemia, son las que no han podido trabajar durante las restricciones. Creímos que teníamos una oportunidad para ayudarles y fue una prioridad. No solo a las salas en sí, sino también a los artistas que trabajan en ellas y no han podido hacerlo. Nosotros siempre hemos pensado que es importante aprovechar el paraguas de comunicación del festival para llamar la atención sobre propuestas nuevas y darle espacio a artistas que van progresando para que la gente vaya a conocerlos. Esto es lo que menos funciona cuando saltan las noticias sobre el Covid. La gente si hace un esfuerzo por salir a ver a su artista favorito, a alguien consolidado, pero es mucho más difícil que vaya a un concierto a descubrir a un artista, y esta era nuestra mayor apuesta. Afortunadamente algunas propuestas si han conseguido aguantar, y las que no han tenido la posibilidad de competir en condiciones normales estamos intentando reprogramarlas a partir de marzo, abril y mayo.
La incidencia ha ido creciendo según se acercaba el comienzo de Inverfest, ¿habéis temido por su celebración en algún momento?
Nuestro modelo de festival no es del festival común. En realidad es un ciclo de conciertos, cada concierto tiene lugar en una sala y hay un solo artista por día y recinto. Ni siquiera tenemos abonos. Es una programación en colaboración con los recintos de la ciudad. Se puede suspender algún concierto, pero queda el resto. De los 140 espectáculos programados se puede ir cayendo alguno por casos de Covid, pero nunca toda la programación de golpe.
Por suerte, aun no habéis tenido que cancelar, sino que vais reprogramando los conciertos, ¿verdad?
Todavía no hemos cancelado ninguno, pero no las tengo todas conmigo con que se vayan a poder encontrar reubicaciones para absolutamente todos los conciertos. Los que no se han podido reprogramar todavía los tenemos aplazados temporalmente. De aquí a que termine el festival habrá que decidir. Hay muy pocas fechas y hay que conseguir coordinar con el grupo y con la sala. En algunos casos va a ser difícil.
Una de los puntos fuertes de Inverfest en la variedad estilística de su cartel, ¿qué tenéis en cuenta a la hora de escoger a los artistas?
Para mí la definición de un buen concierto es aquel del que sales mejor que como entraste. Mientras se cumpla eso, vale todo [risas]. No tenemos ningún tipo de criterio a nivel de géneros. En el cartel se ve que hay artistas de todos los estilos. Dentro de cada estilo si que intento buscar a los mejores. A los mejores directos, que no tienen por qué ser los mejores discos. Sea flamenco, rock, heavy metal, pop-rock indie nacional, lo que sea. Solemos estar muy atentos a todos los discos y giras que se van publicando. También hay artistas que nos gustaría tener y a veces no puede ser, pero no hay ningún tipo de prejuicio en cuanto a estilos. No queremos ser un festival de flamenco, de indie, ni de rock familiar, queremos ser todo. Queremos aspirar a ser “el gran contenedor cultural de Madrid”. Queremos que la gente mire La Noche en Vivo y encuentre un concierto de Inverfest que le guste. Si conseguimos que la gente que consume cultura habitualmente encuentre alguna propuesta ahí, nos damos con un canto en los dientes. Además, el público suele repetir, nos espera, esperan el cartel. Para nosotros lo importante es la propuesta artística, y el público que consume cultura aprecia eso.
También hay, tanto artistas consagrados, como proyectos emergentes ¿qué importancia tiene dar espacio a bandas menos masivas en los festivales?
Muchísima. Ha sido nuestro gran objetivo este año. Pretendemos hacer un poco esa función de “recomendadores”, y ojalá estas bandas que este año tocan en El Sol o Siroco puedan estar el año que viene en una sala más grande como La Riviera. Si conseguimos que eso pase es que vamos por buen camino.
¿Qué retos os planteáis de cara a la próxima edición?
Lo más deseable es que esto del Covid se quedara atrás. Por lo demás, seguir en la línea de lo que estamos haciendo. No creo que el cartel se pueda ampliar mucho más. La programación es muy extensa. Nos gusta cubrir los distintos aforos de las salas para cuando llegue una propuesta colocarla en la sala con el aforo apropiado, ese es el acierto. Si todo sale bien este año, seguiremos trabajando con las mismas salas.