La música es un arte que no entiende de géneros y sí mucho de sentimientos. Si algo forma un nexo de unión entre el flamenco y el soul es precisamente eso, el alma. Laura Abadía Motos expresa como lo siente. “La música que escucho fuera del flamenco es el soul, el jazz, porque me encanta. Son estilos que desarrollo mucho y que he incorporado a mi forma de cantar. ¡Soy soulera!”.
Su biografía aporta sus orígenes. Nace en el madrileño barrio de Tetuán, en el seno de una familia gitana de la que han salido relevantes guitarristas y cantaores, como Rafael Farina, José Peña Grande y su primo Rafita de Madrid.
Formada como cantaora de flamenco ha trabajado con los mejores artistas del género. “Mi vida profesional está llena de experiencias super buenas. He trabajado y compartido escenario con artistas de la talla de Antonio Canales, Sara Baras, Montse Cortés, Guadiana, David de Jacoba entre muchos otros.”
Los tablaos son el centro diario del flamenco y Laura acabó involucrada en Cardamomo como directora artística. Hace más de 8 años que se encarga de seleccionar el cuadro de artistas que salen al escenario y los invitados especiales que ponen un plus de calidad en la programación del tablao. Un lugar en el que también aporta su arte. “Las funciones que realizo en Cardamomo son de directora artística y artista invitada. Hago un número especial en cada espectáculo. Comencé hace 8 años como artista invitada y de directora artística unos cuantos añitos más”.
El teatro no se ha escapado de su vida profesional participando en espectáculos de grandes figuras. “He participado en obras teatrales tanto de Antonio Canales como de Curro de Candela en Soy Gitano como artista invitada”.
La vida no solo es trabajar por eso Laura Abadía tiene presente lo que más quiere. “Compartir mucho tiempo con mi familia, con mis nietas, mis hijos y cocinar, que se me da fenomenal, son mis mayores gustos”.
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Fotografía de José Muñoz/ Cardamomo
