Su apellido hace honor ahora al dicho es un viejo conocido, y no por la edad que tenga. Su visión de la hostelería y de la oferta de espectáculos en directo le llevó a meterse en al menos tres locales de los que dos son emblemas de la ciudad y reconocidos en todo el mundo. Ángel Viejo continúa su andanza en la sala Galileo Galilei pero ha sido alma también de Clamores junto al desaparecido Germán Pérez. Ambos, por aquellos años ochenta, llegaron a fraguar estas dos señeras de la actividad cultural capitalina que tienen cerca de los 40 años de vida.
Volcado en Galileo Galilei, Ángel Viejo recuerda cómo abrió esta sala en el año 1985. “El local había sido antes un cine de barrio, de sesión continua, y luego un cine de arte y ensayo. Cuando cerró, pasé por aquí y lo compré. Elegí esta zona porque la conocía de antemano: yo nací un poco más abajo, en Rosales, y siempre me he movido por aquí. Además, ya tenía otros dos locales en la zona: la sala Clamores y La Hemeroteca”.
Pionero, y con una idea, estaba seguro de su manera de actuación. “Teníamos claro que queríamos ofrecer algo de tipo cultural, no queríamos ser otra discoteca o bar corriente. Las demás discotecas hacían una actuación al mes o así, pero mi idea era ofrecer esa cerveza o refresco y algo más, que el aliciente fuera la cultura, y no solo tomar una copa. Quería hacer algo distinto y dedicarme a ello. Tenía claro que no quería encasillarme en una sola cosa, sino estar siempre abierto a cualquier actuación que tuviera una cierta calidad y que fuera en directo”.
Ángel Viejo junto a su socio Germán Pérez (2017) por Jaime Massieu
También fue el primero en enganchar los directos a internet. “A principios de los 2000, en los comienzos de Internet, nosotros empezamos a emitir en streaming nuestros conciertos en directo. Fuimos la primera sala en Europa en hacerlo. Durante un tiempo las visitas a la página subieron muchísimo y nos veían desde muchas partes del mundo. Y gracias a verlo por Internet, empezó a crecer también la cantidad de personas que veían a la Galileo. Pero después se empezó a meter la SGAE, que quería cobrar sus derechos, y las discográficas. Así que, aunque lo que nosotros queríamos es que tuvieran una mayor difusión la música en directo y la sala, tuvimos que dejar de hacerlo, porque nos costaba dinero y no recibíamos ningún ingreso a cambio”.
No contento con programar espectáculos culturales a diario fue artífice también de otro gran proyecto. Ángel Viejo fue uno de los fundadores de la asociación de salas de música en directo de Madrid, La Noche en Vivo. Una idea que integra a gran parte de los espacios con actividad musical y cultural en directo de Madrid.
Foto de ABC.es
Mirando al futuro ya está pensando en el retiro del guerrero. Pero con todo el esfuerzo sigue al pie del cañón para que la sala Galileo Galilei pueda superar esta situación de pandemia y siga siendo uno de los focos culturales de Madrid y mundial.
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