Pico y pala pero bien pensado se alcanzan metas que pueden parecer inimaginables. “Cuando tenía 14 años muchísimos chavales a mi alrededor querían ser futbolistas, astronautas o presidentes de gobierno. Yo lo que quería ser es cantante y hostelero. Tener un bar para crear un ambiente concreto y hacer feliz a la gente” y lo logró.
El Gruta 77 ha sido la obra del Indio que cumplió en abril 29 años ininterrumpidos de hostelería nocturna en Madrid. “Mi primera función en Gruta fue imaginarla, tras eso construirla y después abrirla. Soy el que selecciona la programación y el que pone la música antes y después de los conciertos. Ahora mis funciones son todas. Técnico de sonido, portero, camarero, pinchadiscos y señor de la limpieza”.
Pero antes de eso también cumplió su papel de cantante. “Mi carrera musical empezó con una banda de punk rock llamada El Enjambre. Llevo toda la vida metido en la música. El grupo con el que más giré fue Tarzán. Llegamos a dar más de 300 bolos. Fue una época bonita construyendo la escena alternativa, por lo menos la llamábamos así… Era una escena de la que aprendí muchísimo, muy poco profesionalizada pero de la que nos curtimos buena parte de profesionales de la música”.
Y como todo ser humano no solo está prendado por la música. “Me gusta el cine clásico, cocinar, jugar a los dados… son pasiones para mí. En la medida que dejé la música en activo me dediqué a escribir poesía. Tengo 7 libros publicados y nunca me han faltado ofertas de editoriales. Es una profesión porque le dedico las mismas horas que a un empleo”.
Estar dedicado a una pasión puede traer situaciones surrealistas con amigos. “Una vez vino una amiga a la cabina a preguntarme si había visto a su novio, que es amigo mío. Me pidió que fuera al baño porque le dijo que iba allí. Yo miro, no le veo, entré también en el baño de las chicas y tampoco estaba. Salimos fuera y no dimos con él hasta que decidí llamarle por teléfono. Con toda su empanada me dijo que estaba en casa. Que se olvidó de que fue al concierto con su novia y que cuando se acabó se marchó”.
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