Iba para ambientóloga pero la música atrapó su camino. Esta multiinstrumentista, toca el violín, la mandolina y canta, está graduada en violín jazz por la ESMUC (Escola de Música de Catalunya). Ha colaborado con muchos músicos profesionales de la escena y compone sus propios temas. También interpreta versiones siendo el período de cuarentena donde ha dado más rienda suelta a esta afición.
¿Cuál es el reto profesional que más te ha costado conseguir?
Mi mayor reto hasta el día de hoy ha sido conseguir vivir de la música: retomar el violín después de años sin tocar, estudiar un grado superior de música dejando de lado mi carrera como ambientóloga y dedicarme exclusivamente a tocar, componer y enseñar.
¿Ser mujer ha sido perjudicial o beneficioso para lograr ese reto?
Si ha influido de algún modo, yo no he sido consciente.
¿Existe alguna diferencia a la hora de expresarte artísticamente por tu condición femenina?
A priori, no. Todos y todas tenemos un lado masculino y uno femenino. Lo que sí es cierto es que la realidad a la que nos hemos enfrentado mujeres y hombres ha sido muy diferente y eso puede tener su traducción artística.
¿Crees que las mujeres deben mostrar mayor profesionalidad y calidad al ser juzgadas en este sector por su representación numérica menor?
Yo diría que más que mostrar, tenemos que DEMOSTRAR esa profesionalidad y esa calidad para que a nuestro alrededor se nos tome en serio y se entienda que sabemos lo que hacemos, porque de primeras a menudo se nos toma por el pito del sereno. Hay una tendencia sutil y probablemente inconsciente a infantilizarnos, a dar por sentado que las mujeres “no sabemos” -el mansplaining es habitual-. Pero cuando luego demuestras que no eres ni tonta, ni sorda, ni manca, ni una cara bonita, todo cae por su propio peso.
En cualquier caso, no me parece que esto sea exclusivo del sector de la música y tampoco que tenga que ver con la representación numérica. Me parece que, aunque la realidad evidencie lo contrario, todavía hay algo que nos impide normalizar del odo que una mujer es perfectamente capaz de trabajar igual que un hombre, porque esa capacidad no depende del género.
¿Crees que es necesario y se hace suficiente por visibilizar el trabajo femenino en la industria musical?
Efectivamente creo que es necesario (hasta que el género deje de ser un factor discriminatorio) y que se está haciendo bastante para visibilizar el trabajo femenino gracias a propuestas como la vuestra, pero también creo que podría hacerse durante el resto del año y no solo en el mes de marzo.
Violeta Veinte actúa el domingo 21 de marzo en Microteatro por Dinero.
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