Musicalmente, Héctor Guerra lleva dentro de sí la lírica del Hip Hop, el beat del dancehall, el sabor de la cumbia, el misticismo de la música andina, el poder de la electrónica… Una mezcla perfecta entre los sonidos urbanos y la música tradicional latina.
De padre boliviano, madre española y andaluz de nacimiento, la historia musical de Héctor a los 19 años cuando el grupo de hip hop Public Enemy a través de DJ Lord, actual DJ de Prophet Of Rage, deciden apadrinarlo en su tour de 2003 por España, abriendo los shows y participando con una canción junto a la banda. "¿Ya viste a dónde puedes llegar? Ahora te toca hacerlo por ti mismo." Así se despidió DJ Lord tras su último show juntos.
En 2006 el hispano- boliviano se traslada a Madrid, donde funda Pachamama Crew, un colectivo integrado por bolivianos, colombianos, ecuatorianos, españoles, dominicanos, argentinos, mexicanos… Con ellos vendió miles de copias de sus demos cantando en el metro madrileño, lo que le llevó a firmar un contrato con Warner Music para el lanzamiento del disco Lágrimas en 2011. Héctor y su banda fueron invitados por la activista india Vandana Shiva, conocida mundialmente por su lucha contra Monsanto y los alimentos transgénicos, a compartir unos días con ella, lo que gestó el video “La Semilla”. En ese viaje conocieron a un guía espiritual, un chamán que los invitó a hacer una ceremonia en su propio local de ensayo. Allí fue donde Guerra tuvo la visión, donde sintió la llamada que le decía que tenía que ir a México y buscar a una persona de poder, a un chamán que lo estaba esperando. Así comienza, el ciclo, la historia, la aventura: Amor desde el infierno, una trilogía discográfica creada en México: Amor (2012), Gracias Por Existir (2015) y, finalmente, Desde El Infierno (2019). Un insólito viaje que lo llevó por tres remotas comunidades indígenas de México (Purépechas en los bosques de Cherán, los Wirrarikas en el desierto de Wirikuta y los Comcáac en el desierto de Sonora) y que a través de poderosas ceremonias usando medicinas ancestrales como el Peyote o el Sapo de Sonora, le mostraron y le hicieron recordar la respuesta a tres grandes preguntas:
¿Quién Soy?, ¿De Dónde Vengo?, ¿A Dónde Voy?
Guerra visitó primero la comunidad indígena autónoma de Cheran, en territorio Purepecha, (Michoacán), entonces en lucha contra el gobierno y el crimen organizado por la defensa de sus bosques sagrados. Esta experiencia se vio reflejada en el video Cheran Keri, junto a leyendas de la música latina como Rubén Albarrán de Café Tacuba y Roco de Maldita Vecindad, entre otros. A continuación fue a conocer al pueblo indígena Wirraìrika o Huichol, en plena lucha contra las empresas mineras canadienses por la defensa de su territorio sagrado de Wirikuta. Esta experiencia culminó con el vídeo, “Wirikuta se defiende” y "Del barrio pa Wirikuta" (grabado dentro de una de las prisiones más duras de la ciudad de Mexico), así como con el festival Wirikuta Fest en el Foro Sol de México y ante sesenta mil asistentes. Su álbum Amor lograba entonces situarse en las listas de ventas: el tema “What up” fue nº 1 en ITunes Mx, mientras la prensa estadounidense calificaba el álbum como uno de los diez mejores discos independientes de 2012. Consiguientemente, esto le abrió las puertas para hacer un tour de dos años con el que cruzo todo México, llegando hasta Los Angeles, San Francisco, Chicago, Nueva York…
En 2015 salió Gracias por existir la segunda parte de esta trilogía, que lo llevó a colaborar con Panteón Rococó, Morodo, o el maestro de la cumbia mexicana Alberto Pedraza. El primer sencillo Fantazy fue elegido por la prensa independiente americana como uno de los mejores singles latinos de ese año. Con este disco hizo otro extenso tour llegando a ser cabeza de cartel en festivales internacionales como Villapaloooza y Festival Unísono en Chicago o Cervantino Fest en México.
La visión que lo trajo a México llegó a su final en la Nación Comcáac en Sonora, donde encontró al chaman de sus visiones. Lo estaba esperando, y le encargó una nueva misión: "Héctor, dile al mundo lo que has aprendido, hazlos bailar, eleva la frecuencia de sus almas con tu música, con tus cantos, enséñales lo que aprendiste, que todo está bien y viene mejor, cuéntales sobre que los verdaderos maestros son los niños, sobre lo sagrado que es una mujer, diles que la muerte no existe, celebra la vida con tu música, es hora de que hagas lo que viniste a hacer….".
El 19 de enero de 2018 saldrá a la venta Desde el infierno (Kasba Music), cierre de la trilogía. “U.S.A. Es México” es el sencillo de adelanto del álbum, una canción que refleja la realidad actual de los dos países, dos mundos con reglas diferentes que están obligados a convivir entre ellos, aunque no les guste, un choque de culturas… siempre bajo el punto de vista de un Hispano-boliviano. Musicalmente, Guerra une en la canción esos dos mundos a través de un beat Cumbia-Trap con rimas en spanglish, apoyado por Mellow Man Ace, desde Los Ángeles (el primer rapero en hacer una canción en spanglish) y Dr Shenka, vocalista de Panteón Rococó. Como guinda, el poder de los scratch del legendario DJ mexicano Aztek 732 y los arreglos de Tuba de Braulio Schwienstieger, quien ha tocado con Gorillaz, Joan Sebastián o Jenny Rivera.
Las letras de este tercer disco surgieron de la convivencia y ceremonias con los abuelos y chamanes de la nación Comcaac, usando la medicina del Sapo de Sonora, también conocida como DMT. Como banda sonora de esta experiencia, los ritmos de trap, dancehall y música electrónica se combinan con sonidos tradicionales de México invitando a tocar al maestro y papa del Son Jarocho Andrés Flores con su voz y jaran, así como a una leyenda en los sonideros de la Ciudad De México: el maestro Alberto Pedraza, con el que interpreta una nueva versión de su éxito La Cumbia Callejera y como guinda del pastel, la participación de una princesa indígena cantando rap en su idioma ancestral. Un final mágico para una historia mágica, con una banda sonora que narra la vivencia de un visionario, sus logros, sus errores, su despertar… El nuevo sonido de una generación.