LA GRAN PEGATINA – FIESTA POR TODO LO ALTO

 

Tal vez soñaran siete tíos de Montcada i Reixac que doce años después de plantearse contar sus inquietudes usando el vehículos de las músicas más desprejuiciadas, iban a contar sus conciertos por más de 1000, a visitar más países que Marco Polo o a expender sus canciones en varios idiomas. Si fue así, da gusto soñar y ver que lo que uno se propone tiene visos de cumplirse. 

 

Adriá Salas, cantante y vocalista del grupo, echa la vista atrás para anunciar con legítimo orgullo: “Cualquiera puede ver la evolución que hemos tenido. Empezamos como un grupo de tres chavales que se encuentran en un pueblo y que, musicalmente, van creciendo sin parar y tocando cada vez mejor. Tocamos y grabamos en ocho idiomas diferentes, hemos conseguido grabar cinco discos y tocar en veinticinco países.” México, Argentina, Ecuador, Uruguay, China, Japón, Canadá y gran parte de Europa han sido testigos del buen hacer de un grupo que se explica por si solo a base de canciones energéticas como “Maricarmen”, “Lloverá y yo veré” o “Heridas de Guerra”. De hecho Adriá ve poco misterio al hecho de tener un par para presentarse a tocar donde sea: “Esto de tocar fuera no es más que arriesgarte. Las primeras veces vas tú por tú cuenta, te la juegas y miras a ver… En cuanto ven que el concierto funciona, empiezan a llamarte. De hecho, la mitad de los conciertos han sido fuera de España.” 500 de 1.000 conciertos. No está mal la media: “La clave es lo que demuestras sobre el escenario. La mayor parte de las veces no entienden lo que cantas, pero si entienden la música y, sobre todo, la actitud que puedas tener en el escenario. Siempre intentamos que haya algo que les pueda sorprender. Siempre se nos ve como muy latinos y muy exóticos, porque en la mayor parte de los sitios descubren un ritmo que pueden bailar, que es la rumba.” 

La Pegatina pasan sin traumas, ni imposturas, del merengue a la rumba o al ska, con gran facilidad para acabar enloqueciendo a la gente con punk gitano o, simplemente, cánticos hooligans. Versátiles y anaeróbicos. La Pegatina reclaman como parte de la tradición la fiesta, como objetivo a la hora de clasificar su estilo, hijo de mil padres: “La música festiva ha existido siempre. A nosotros se nos mete en un paquete de grupos más alternativos y fiesteros, pero eso no son más que etiquetas sin más para que se manejen los críticos.” Todo ello sin renunciar a decir cosas, a transmitir mensajes potentes y personales en canciones que funcionan como un muelle, un resorte para poner los pies a bailar a la velocidad del rayo: “En nuestras letras siempre hemos hablado de lo que nos apetecía. Somos un grupo que dice lo que piensa sin ánimo de nada en concreto; que canta lo que le remueve la conciencia y, si eso puede ayudar a cambiar cosas, pues mucho mejor. Pero sería un error catalogarnos como un grupo político.” Lo cierto es que La Pegatina comenzaron su andadura en ese gran tablao que es la vía pública, escenografía ideal para los artistas que desean llegar al público de modo directo y primario:

En 2015 La Pegatina editaban “Revulsiu”, quinto disco que se ha distribuido en Europa y Latinoamérica y que cuenta con importantes colaboraciones como Ska-P y también featurings internacionales de grupos japoneses, mongoles y bosnios. Redoblando su apuesta, en este 2016 dan otra vuelta de tuerca creando LA GRAN PEGATINA, un proyecto para celebrar sus trece años de carrera con una gira muy especial; más de 40 ciudades repartidas por España y Europa, con distintos recintos, plazas y festivales como ubicación para actuar, serán testigos de unos shows en los que a la formación usual, se les suman seis músicos más -dos coristas, una sección de vientos, una guitarra eléctrica y un violinista- con el objeto de enriquecer su puesta en escena, haciéndola aún más poderosa. A este AllStars de lujo e inédito en nuestro país, también se le suma un Vj ilustrando los conciertos de esta gira transformando el escenario en un lienzo.