Veinte años de actividad y unos cuantos centenares de conciertos han dotado a Dead Capo de una versatilidad que roza lo mutante. Su música es el resultado de un voraz consumo y asimilación de múltiples estilos de música, muchos moldes musicales derretidos para crear uno propio. Dead Capo encaja en todos sitios: grandes festivales de jazz, citas experimentales, salas de rock, giras por el extranjero con el Cervantes y la AECID (Inglaterra, Polonia, Argelia, Etiopía, Venezuela, Brasil), festivales y galas de cine, eventos literarios y culturales, shows de improvisación junto a músicos electrónicos o poetas… Su último disco, de este año, es ‘Fiesta rara’.