Nacidos en las montañas del Montseny en aquel desconcertante 2020, Remei de Ca la Fresca se ha revelado en pocos años como una de las bandas más inquietas, inclasificables y guerreras de nuestro panorama musical. Con un discurso salvaje, a la vez afilado y poético, desafían toda frontera estilística y disparan al muerto y a quien lo vela. Se ríen del que dirán, rehuyen todo eufemismo, ponen en duda los discursos oficiales y señalan culpables con ánimo de lucro. Nunca escondidos, siempre de cara, ahora presentan su segundo álbum, “L’ham de la pregunta” (Bankrobber, 2024), producido por Ildefons Alonso (El Petit de Cal Eril) y Artur Piera, que ya ha recogido excelentes críticas y ha sido nominado a los Premios MIN.
Fresco, ruidoso, agitado y emocional. Todo Bien Todo Mal es una banda nacida entre Caracas y Madrid que canaliza la urgencia del rock alternativo con una energía desbordante. Su sonido, influenciado por el rock japonés de los 90 y 2000, mezcla guitarras afiladas, ritmos frenéticos y melodías intensas. Las letras, crudas y viscerales, exploran el desarraigo, la crisis personal y la euforia colectiva, convirtiendo cada canción en un desahogo con distorsión. Sobre el escenario son una fuerza impredecible: intensidad, entrega y catarsis. Todo Bien Todo Mal no viene a encajar —viene a sacudir.
